Por Medicina Responsable
30 de mayo de 2025Apenas unos pasos separan el Hospital Infantil Universitario Niño Jesús del Parque de El Retiro, pero esta semana la literatura ha creado un puente que ha permitido salvar esa pequeña distancia y acercar un trocito de la 84ª Feria del Libro de Madrid al jardín del hospital.
Concretamente un día antes de que comience el evento, el jueves 29 de mayo, los niños hospitalizados tuvieron la oportunidad de asistir e inaugurar esta cita literaria que, desde 1993, es uno de los principales escaparates de la industria editorial en España y uno de los encuentros entre autores y lectores más importantes a nivel nacional.
Durante la jornada, los pequeños pudieron ojear los libros, más de 500, y llevarse su preferido. Entre los títulos de los expositores, “Oso Polar, ¿dónde estás?”, “Bebé Robot”, “Un dinosaurio en el colegio”, “Pocoyó”, “Peppa Pig”, “Amanda Black”, “Sirena Esmeralda”, “Diario de Nikki” o “Isadora Moon”; historias que entran por los ojos y que luego, en la habitación del hospital, ayudan a sanar. "El Retiro entra dentro del hospital, y con él, la cultura, los libros y la imaginación", ha trasladado el gerente del Niño Jesús, Julio Zarco, durante el acto de apertura. "La lectura es cultura, y la cultura es terapéutica. La literatura es una medicina para el alma", ha añadido.
Lo sabe bien Miriam, de 16 años, que lleva tiempo ingresada en este complejo y espera terminar “Ana Karenina”, tras haber leído” Guerra y Paz” en una estancia anterior. "Es una forma de salir de todo esto, de evadirse", ha explicado. "Aquí no se puede ir a la feria, así que está muy bien que traigan la feria aquí", ha destacado.
"Somos un centro sanitario, sí, pero también un espacio cultural. La sanidad y la literatura tienen mucho en común: ambas cuidan, ambas curan, ambas consuelan. Médicos como Chejov, Lobo Antunes o Baroja ya lo sabían", ha expresado Zarco a los medios.
Muy cerca, Rocío observa cómo su hijo Hugo, de dos años y medio, se divierte con una de las animadoras. "Esto le da alegría. Llevamos ocho días aquí haciendo pruebas. Este tipo de cosas cambian el día por completo. Para ellos y para nosotros también", ha explicado, para luego señalar que se llevan como lectura un ejemplar de “El Ratoncito Pérez”.
De este modo, en este jardín hospitalario, convertido por unas horas en editorial improvisada, los niños escriben, dibujan, inventan y donde pueden buscar sus títulos favoritos, al igual que en la propia Feria.