Por Julia Porras
19 de julio de 2023Pocos días después de la “boda del año”, Tamara Falcó, marquesa de Griñón, ha confesado que se está sometiendo a un tratamiento de fertilidad natural llamado naprotecnología. A sus 41 años, y cuando acaba de pasar por el altar con Iñigo Onieva, la socialité ha decidido que quiere ser madre cuanto antes, por lo que se está sometiendo a este método de fertilidad basado en la observación del proceso natural de ovulación de la mujer.
Desarrollada en EE. UU. por el doctor Thomas W. Hilgers, director del Instituto Pablo VI para el Estudio de la Reproducción Humana y del Centro Nacional de la Salud de la Mujer de Omaha, Nebraska, la naprotecnología es un procedimiento médico dedicado a resolver los trastornos reproductivos basado en el diagnóstico y tratamiento de las causas de la infertilidad, tanto del hombre como de la mujer, sin sustituir la fertilidad natural de la pareja. La técnica, según explican en su propia web, está basada en el Método Creighton como herramienta diagnostica que guía todo el proceso en la mujer. Se trata, básicamente, de un registro ginecológico que estudia el comportamiento diario del ciclo de ovulación femenino, con lo que se pueden detectar las alteraciones existentes en el proceso de fertilidad y programar pruebas diagnósticas en determinados días del ciclo, para ver las patologías que afectan al ciclo menstrual de la paciente.
Esta técnica también estudia al hombre para identificar todos los factores que puedan estar afectando a su fertilidad y prescribirle un tratamiento efectivo. Una vez diagnosticado todo lo que les afecta, se les aplica un plan terapéutico personalizado. En caso de detectar patologías como miomas o quistes en la mujer, se le somete a técnicas quirúrgicas avanzadas para restaurar la fertilidad y que el proceso natural siga adelante. “Esta técnica se basa en un método estandarizado a partir de marcadores biológicos objetivables que nos permite identificar la causa de los problemas y tratarlos medicamente. Es por tanto seguro, eficaz y respeta la dignidad de la persona, del embrión y de la pareja que se somete a ello”, explica Patricia Alonso, ginecóloga especialista en Naprotecnología en Fertilitas, clínica que practica esta técnica.
Al ser un método más natural y menos invasivo, la gran pregunta es si es igual de efectivo que otras técnicas de reproducción. Según fuentes consultadas por Medicina Responsable, “es una alternativa dentro del área de reproducción, un campo donde muchas mujeres se agarran para conseguir su objetivo de ser madres a casi cualquier cosa. Es un tratamiento con menos manipulación hormonal, pero que realmente no ha demostrado altas tasas de embarazo y que no tiene una gran evidencia clínica”.
La Naprotecnología recomienda iniciar el proceso hasta los 44 años, teniendo en consideración que la fertilidad disminuye de forma gradual a partir de los 35 años en la mujer.