Muere Antonio Gala tras años de lucha contra el cáncer

Su epitafio era "Murió vivo" y se ha cumplido. Antonio Gala continúa vivo en sus novelas, en sus poemas, en sus ensayos, obras de teatro y guiones para cine. “Que nos coja la muerte andando, de pie, que se diga de nosotros que 'murió vivo', ese es el mejor epitafio", solía comentar en las distintas tertulias dónde le invitaban, y así ha sido.

La muerte de Antonio Gala, ocurrida este pasado domingo, no ha pillado desprevenidos a sus más allegados. Su salud no era buena desde que le detectaran un cáncer de colon en 2011, una enfermedad que él mismo anunció que había superado por completo en 2014, pero que le apartó de la vida pública durante los últimos casi 10 años. "Siempre he padecido del aparato digestivo y, tras varias intervenciones, me encontraba mejor, hasta que me di cuenta de que me habían extirpado gran parte del estómago y por eso no me dolía", explicó en una entrevista concedida a Telemadrid. 

El cáncer de colon es el más habitual en ambos sexos y el de mayor prevalencia en España y, según datos de la SEOM, en este año 2023 se estima que se diagnostiquen más de 40.000 nuevos casos de cáncer colorrectal.

Desde que le diagnosticaran la enfermedad, Antonio Gala, vivía recluido en su casa de Córdoba, ubicada en el antiguo convento de la calle Ambrosio de Morales del siglo XXI, que se convirtió en un centro de creación para jóvenes artistas a los que se ofrecía alojamiento y comida. De hecho, por allí han pasado algunos de los mejores escritores y pintores de los últimos 20 años.

La familia y el Patronato de la Fundación Antonio Gala han anunciado que la capilla ardiente para despedirle se instalará en el salón de actos de la Fundación Antonio Gala y permanecerá abierta, hasta las 17.00 horas del lunes 29 de mayo para que, “cuantos así lo deseen, puedan despedirse del amigo, del escritor y del hombre, en la seguridad de que su obra y su legado perdurarán por siempre”.

El escritor nació en Brazatortas (Ciudad Real) pero a los nueve  años su familia se trasladó a Córdoba. A pesar de que su aparición en actos culturales se había reducido a lo mínimo, jamás abandonó su vocación, publicando en 2019 su último libro de poemas, titulado 'Desde el Sur te lo digo'.

Su obra

Fue un escritor precoz. A los cinco años escribió su primer relato y a los siete su primera obra teatral. Con tan solo 15 años ingresó en la Universidad de Sevilla para estudiar derecho. Además, se matriculó en Filosofía y Letras y Ciencias Políticas y Económicas.

A través de sus libros, alcanzó fama mundial, como con su primera novela, ganadora del premio Planeta, 'El manuscrito carmesí', o 'La pasión turca', otro de los más conocidos del poeta.

En su obra poética se encuentran libros publicados a una edad temprana, Enemigo íntimo, y otros mucho más cercanos en el tiempo: Poemas cordobeses (1994), El águila bicéfala: Textos de amor (1994) o Poemas de amor (1997). Además del Premio Adonais, del Planeta y del Calderón de la Barca ha recibido, entre otros, los siguientes galardones: Premio Ciudad de Barcelona 1965; Premio Foro Teatral 1971; Premio Nacional de Literatura, Premio del Espectador y Premio de la Crítica de 1972; Premio Quijote de Oro 1972-73; Premio Antena de Oro y Premio Mayte de 1973; Premio Nacional de Guiones 1973 y Premio Medios Audiovisuales 1976.

Antonio Gala, siempre aspiró a ser feliz aunque "la felicidad dura menos que un quejío" como él solía argumentar.  Burló varias veces a la muerte, pero perdió la batalla del cáncer "de difícil extirpación" que él mismo confesó tener en su columna de El Mundo, "La tronera".

Luchó contra su enfermedad, pero él sabía que era "un camino incómodo, que lleva o no a la muerte con o sin rapidez". Hoy el mundo de la cultura está de luto. Políticos, artistas y personajes públicos no paran de mostrar su pésame a través de las redes sociales. También serán muchos los que este lunes se acercarán hasta su capilla ardiente, ubicada en la Fundación Antonio Gala en Córdoba.

Muere uno de los grandes literatos de los últimos dos siglos. Sin embargo, sus obras y sus frases más célebres quedarán por siempre en la memoria de sus seguidores. Como aquella que decía “no conozco mejor inmortalidad que la de ser recordado, con afecto y respeto, por quienes nos sucedan.”, y así está siendo como el epitafio que escribió cuando era solo un niño.

 

 

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