Por Andrea Rivero
25 de octubre de 2022Los inhaladores presurizados que se utilizan en el tratamiento de enfermedades respiratorias, principalmente para controlar el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, más conocida como EPOC, emiten, sólo en Canarias, tantos gases de efecto invernadero como 14.285 coches circulando todo un año. Así lo ha confirmado el Colegio de Médicos de Las Palmas, que asegura que en el archipiélago canario el consumo de este tipo de dispositivos se acerca al millón al año, en concreto, 983.693.
Aunque estos medicamentos han contribuido mucho a la mejora de la esperanza y de la calidad de vida de los pacientes, actualmente todos los sectores están haciendo un esfuerzo por frenar el cambio climático. En este sentido, el Colegio de Médicos de Las Palmas ha querido exponer que un solo envase contiene tantos gases de efecto invernadero como los emitidos por un coche convencional al recorrer 300km y, algunos de ellos, pueden permanecer hasta 36 años dañando la troposfera, la capa inferior de la atmósfera.
De acuerdo con Pedro Cabrera, presidente del Colegio de Las Palmas, “las emisiones de gases de efecto invernadero hay que reducirlas drásticamente, de forma casi inmediata, nos jugamos mucho. La salud se está viendo muy condicionada con el incremento de la temperatura global. En manos de los médicos está contrarrestar las consecuencias en la salud”.
Estos datos son extrapolables a nivel nacional. En este caso, este tipo de dispositivos expulsan 378.000 toneladas de CO2, lo que equivale a 13.115 vuelos Madrid-Londres. “No habrá que sorprenderse si nuestro médico nos prescribe el mismo medicamento en otra presentación, muchísimo menos contaminante. Será la tendencia en adelante”, explica el doctor Cabrera.
La gran mayoría de los fármacos que se venden en formato de inhalador presurizado pueden ser sustituidos por el mismo principio activo, pero en otro formato, por ejemplo, el polvo seco (DPI), la nebulización o la niebla fina (SMI). Asimismo, es importante resaltar que estos dispositivos no pueden tirarse a la basura una vez consumidos o caducados ya que siguen teniendo gases en su interior. Lo correcto es entregarlos en una farmacia para su correcto reciclaje.
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