Por Julia Porras
18 de julio de 2022Parece cosa de película catastrofista, pero es una realidad. Sólo el pasado viernes día 15 de julio, 123 personas fallecieron por causas atribuibles a las altas temperaturas y, desde que comenzara la ola de calor el 10 de julio, un total de 360 personas han muerto debido a los efectos del calor.
Son las cifras aportadas por el MoMo, sistema de Monitorización de la mortalidad diaria por todas las causas, dependiente del Instituto Carlos III y del Ministerio de Sanidad, durante esta ola de calor que, aunque nos dará un respiro, seguirá azotando a muchas comunidades autónomas durante toda la semana.
A estas cifras hay que sumar las del pasado mes de junio. Durante la primera ola de calor, que se produjo entre el 11 y el 18 de ese mes, se produjeron 830 muertes atribuibles a las altas temperaturas.
Temperaturas de récord Aunque no está siendo la ola de calor más larga, en 2015 hubo una que duró 26 días, sí es la que nos ha dejado temperaturas más altas, con algunos récords en muchas zonas de la península. Nueve han sido las provincias que han estado la semana pasada en alerta por riesgo de mortalidad por calor y, para esta semana, Madrid, Toledo y Badajoz continuarán en alerta.
La mayoría de las muertes que se producen por golpes de calor suele ser en personas con patologías cardiovasculares o respiratorias previas. “La severidad de la muerte por calor se da sobre todo en las edades extremas de la vida, niños y ancianos, y en aquellos que tienen enfermedades crónicas a las que las altas temperaturas complican”, asegura Pedro Gargantilla, director médico de Medicina Responsable.