Por Juan García
9 de agosto de 2024La carrera de los 200 metros lisos se saldó con resultado inesperado. Todas las quinielas daban como favorito al corredor estadounidense Noah Lyles, recién proclamado campeón olímpico en la prueba reina del atletismo en los Juegos Olímpicos: los 100 metros lisos. El americano se convirtió el pasado domingo en el hombre más rápido del planeta y aspiraba a revalidar el cargo en la prueba disputada ayer jueves en la capital francesa para seguir la senda de otras leyendas de esta disciplina como Usain Bolt. Pero una infección de Covid-19 se interpuso en su objetivo.
Nada más saltar a calentar, Lyles dio la primera señal de alarma al llevar puesta una mascarilla. El campeón de los 100 metros lisos lo dio todo para lograr quedarse con la medalla, a pesar de la enfermedad, y nada más terminar la carrera se quedó de rodillas completamente exhausto. El de Florida solicitó asistencia médica con visibles signos de dificultades respiratorias y abandonó la pista en silla de ruedas.
Las sospechas fueron confirmadas anoche por la Federación de Atletismo de Estados Unidos (USATF) a través de un comunicado. "Podemos confirmar que Noah Lyles dio positivo por la Covid-19 el lunes 5 de agosto. En respuesta, el Comité Olímpico y Paralímpico Estadounidense (USOPC) y la USATF rápidamente implementaron todos los protocolos necesarios para priorizar su salud, el bienestar de nuestro equipo y la seguridad de los demás competidores", señalaron.
A pesar de la infección, el atleta finalizó en tercera posición por detrás del botsuano Letslie Tebogo y su compatriota Kenneth Bednarek, aunque lejos de su mejor registro en esta prueba. "Nuestro principal compromiso es garantizar la seguridad de los atletas del equipo de Estados Unidos manteniendo su derecho a competir. Tras una exhaustiva evaluación médica, Noah decidió competir esta noche. Respetamos su decisión y seguiremos vigilando de cerca su estado", explicó la USATF.
Desde este organismo aseguran también que siguieron “estrictamente las directrices del Centro para el Control de Enfermedades, el USOPC y el Comité Olímpico Internacional (COI) sobre enfermedades respiratorias para evitar la propagación de enfermedades entre los miembros del equipo, protegiendo su salud y rendimiento".
Puede que las expectativas iniciales que manejaban tanto Lyles como el mundo del deporte fueran más altas, pero lo cierto es que su medalla de bronce se puede considerar una proeza teniendo en cuenta el estado en el que compitió.
Tras alzarse con el oro el pasado domingo, el atleta publicó un mensaje en su perfil de la red social X en el que precisamente hablaba sobre su salud. "Tengo asma, alergias, dislexia, TDAH, ansiedad y depresión. Pero te diré que lo que tienes no define lo que puedes llegar a ser. ¡¿Por qué no tú!?”.