Por Julia Porras
21 de marzo de 2024El sector sanitario español está sufriendo un desajuste de talento muy acuciado, estimado en el 82%, debido al crecimiento sostenido de esta industria y al cambio de competencias necesarias para desarrollar las labores que se precisan en la actualidad. Esta es una de las conclusiones principales que se ha extraído en el panel de expertos “Capacidades y Talento para una industria sanitaria sólida y resiliente en España y Europa” celebrada en el marco de Transfiere 2024, EIT Health Spain, el centro de Co-Localización de EIT Health, que forma parte del Instituto Europeo de Innovación y Tecnología (EIT), un organismo de la Unión Europea.
La mesa redonda, moderada por Ángeles Barrios, directora de Asuntos Públicos y Relaciones con stakeholders de EIT Health Spain, ha contado con la participación de expertos de primer nivel, como Enrique J. Gómez, catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid y presidente de la Sociedad Española de Ingeniería Biomédica (SEIB); Jordi Velasco, director de Proyectos Nacionales de LEITAT; Javier Colás, director del Clúster de Innovación Tecnológica y Talento en Tecnologías Biomédicas y Biotecnología de la Comunidad de Madrid; y Montse Delgado, Head of Entrepreneurship and Venture Builder en EIT Health.
La industria sanitaria es una de las más grandes y de más rápido crecimiento a nivel mundial y juega un papel fundamental tanto a nivel económico como social. Según las cuentas nacionales y estadísticas empresariales de Eurostat, el ecosistema sanitario representa el 9,5% del valor añadido total en la UE. Además, proporciona alrededor de 24,8 millones de empleos directos a través de una variada gama de empresas, desde compañías globales a empresas innovadoras de nueva creación.
En España, las actividades económicas relacionadas con la salud generan un valor añadido bruto cercano a los 100.000 millones de euros, el 8,7% del PIB. Estudios recientes recogen que por cada euro invertido en investigación sanitaria (pública o privada), el resto del tejido productivo español genera 1,4 euros en valor añadido bruto. Además, por cada millón de euros invertido, se generan, de manera directa o indirecta, 13,7 puestos de trabajo.
A medida que el ecosistema sanitario experimenta una rápida transformación impulsada por los avances tecnológicos, los cambios económicos y los cambios sociales, la demanda de profesionales cualificados va en aumento en toda la Unión Europea.
Además, tal y como apunta Montse Delgado, “nos enfrentamos a un crecimiento del paciente crónico de un 67% en 2050, así como a un envejecimiento poblacional que disparará la demanda de productos y servicios en salud. No es viable pensar en soluciones sin escalar el talento que el sector requiere”.
La industria sanitaria se enfrenta a tres grandes retos con un impacto decisivo en su futura competitividad: el imparable desarrollo tecnológico, la transición digital y la transición verde. Para dar respuesta adecuada, el sector necesita profesionales capacitados que puedan comprender y aprovechar tecnologías como la IA, el big data o la robótica de manera efectiva. Tienen que mejorar las habilidades de sus empleados y apoyar la capacitación de nuevos profesionales que comprendan la gobernanza de datos, la integración de sistemas, la seguridad cibernética y las regulaciones de privacidad, entre otros aspectos. Y para adoptar prácticas sostenibles en la fabricación, el diseño y las cadenas de suministro, los productores precisan de experiencia en múltiples áreas: la química verde, la ingeniería sostenible, la evaluación del ciclo de vida, el abastecimiento sostenible, la compra éticas, la gestión de la energía, los asuntos regulatorios y la gestión de la I+D para impulsar la innovación y el despliegue de tecnologías verdes.
Hacer que la industria sanitaria resulte atractiva para los jóvenes talentos representa otro enorme desafío. En encuestas realizadas a graduados de escuelas de ingeniería e informática, estos no mencionaban a ninguna empresa del sector sanitario como posible empleador.
Para Javier Colás, “más que nunca necesitamos mejorar la comunicación entre empresas y centros de formación, tanto en FP, como universidades y centros de superespecialización, para acompasar oferta y demanda y evitar dejar de ser interesantes para el establecimiento de industrias del sector en nuestro país”.
El déficit de talento y competencias es especialmente preocupante, dado que este sector desempeña un papel crucial en la vida de 450 millones de ciudadanos de la UE y esta situación podría llegar a comprometer la prestación de servicios sanitarios, equipos médicos y medicamentos.