Por Andrea Rivero
18 de noviembre de 2022El exceso de muertes que se ha producido en España entre los meses de mayo y octubre preocupa, y mucho. La Covid-19 y las altas temperaturas son las causantes de 15.000 muertes, pero hay otros 12.000 fallecimientos que no tienen una explicación clara. Según los últimos datos del sistema de vigilancia de mortalidad diaria, desde enero hasta noviembre se ha notificado un exceso de 33.285 muertes en España, datos muy superiores a los registrados durante el año 2021. ¿Qué está ocurriendo? Nadie lo sabe con certeza, pero la viróloga e inmunóloga del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Margarita del Val, ha intentado dar luz a estas incertidumbres y ha expuesto diferentes razones que podrían explicar esta situación.
Dentro del ciclo “Charlas Chamberí”, la inmunóloga, Margarita del Val, ha hablado de la que es su especialidad, “virus, vacunas e inmunidad" y ha comentado que el exceso de muertes que se está dando en nuestro país “desde luego no es por las vacunas, porque eso se está siguiendo con lupa. La farmacovigilancia que ha habido siempre sobre todos los medicamentos y sobre las vacunas en particular era ya muy extensa y ahora se ha multiplicado desde la Covid-19”.
En este sentido ha argumentado que no solo se debe a que haya más expertos en farmacovigilancia, también a que las personas que sospechan de un efecto adverso lo notifican, permitiendo que se puedan analizar. “Estamos todos con la mirada puesta encima, desde los científicos hasta los medios de comunicación. Y, además, las empresas tienen ahora una obligación de hacer los datos transparentes desde el principio del proceso, casi en tiempo real”, añade del Val.
Sin embargo, no ha querido dejar pasar la ocasión para recordar que “no son los efectos adversos de las vacunas sino las personas que todavía no están vacunadas las que tienen una mortalidad de 10 a 30 veces superior”.
Este exceso de mortalidad se ha producido en meses en los que no es típico que suceda. Por norma general, enero y febrero son los meses donde se produce un aumento de muertes debido a que en Navidad es más fácil compartir agentes infecciosos durante las celebraciones. Pero, el exceso de muertes que se ha producido este año se ha dado fuera de fecha y según la investigadora está directamente relacionado “con nuestro comportamiento”.
Durante 2020 y 2021 había más restricciones y se tomaban mayores precauciones a la hora de relacionarnos y desplazarnos. En cambio, “en la primavera y el verano de 2022 se han dejado de hacer test de diagnóstico, hemos perdido el control del número de infecciones, hemos dejado de hacer aislamientos y cuarentenas”, explica. Las circunstancias de 2022 han propiciado que los virus puedan pulular con mayor libertad. “Vivimos un invierno en verano. La gripe no ha parado de detectarse en estos meses y ha habido epidemias de virus respiratorio sincitial en los niños”. Además, las personas que estuvieron más protegidas de los virus estos últimos años debido a las restricciones, “ahora son más mayores y sufren más achaques, por lo que pueden estar sufriendo con mayor gravedad los contagios”, indica la investigadora.
“Luego está de fondo que hay una cierta mortalidad adicional por causas relacionadas con enfermedades cardiovasculares”, amplia del Val. La Covid persistente podría estar detrás de este exceso de muertes, sino de todo, quizá, de cierto porcentaje. Una las secuelas del coronavirus es que puede dejar un cierto nivel de inflamación en la zona cardiaca y es un problema que hay que analizar más en profundidad. “A lo mejor la inflamación nos está jugando una mala pasada cuando se une a otras enfermedades”, concluye.