Por Medicina Responsable
16 de abril de 2025Las estaciones de penitencia de las hermandades en Semana Santa son uno de los momentos más esperados para muchos: tras un año de espera, volver a ver las imágenes procesionar es motivo de gran emoción. Sin embargo, para poder disfrutar plenamente de ellas, es necesario poner a punto el cuerpo, sobre todo si eres costalero y vas a cargar sobre tus hombros el peso de algún paso, con las consecuencias que esto puede conllevar.
En este sentido, el Hospital Quirónsalud Infanta Luisa, de Sevilla advierte de las posibles lesiones que pueden sufrir los costaleros durante las procesiones. Entre ellas, destacan dos: la fascitis plantar y la tendiditis de cadera. Pero no son las únicas: los golpes de calor también acechan a los cofrades, pues bajo los faldones del paso el oxígeno es limitado.
En cuanto a los costaleros, Abraham García Mendoza, el jefe del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa de Sevilla, afirma que las dolencias más frecuentes son aquellas relacionadas con la columna vertebral, tanto a nivel cervical como lumbar, ya que es donde recae todo el peso, y también la encargada de realizar los grandes esfuerzos que hacen en cada “levantá”.
En el caso de los nazarenos, el traumatólogo indica que las lesiones suelen estar más relacionadas con los miembros inferiores debido a las largas horas que han de pasar de pie, y en la mayoría de las veces con calzados "que no suelen ser los idóneos desde el punto de vista biomecánico". Además, apunta que, si tienen que llevar al peso de un cirio o cruz, los miembros superiores también sufren "grandes cargas de trabajo".
Para prevenir estas lesiones, el doctor Abraham García Mendoza recomienda ejercicios de estiramiento antes y después de meterse en el paso, sobre todo para aquellos cofrades que presenten lesiones previas a la realización de la estación de penitencia.
Además, es recomendable la utilización de dispositivos ortoprotésicos que ayuden a proteger columna, rodillas o muñecas. "Por ejemplo, el uso de fajas lumbares es casi un fijo entre todos los costaleros", precisa.
En este sentido, el facultativo incide en que la preparación física de un costalero debe ser muy parecida a la de un deportista de élite. "No vale con tomárselo en serio unos días antes de la salida en procesión. Debería mantenerse un buen estado general y un estado físico formidable durante todo el año", subraya el traumatólogo.
Por último, también hace hincapié en la importancia del “core” (musculatura del cuerpo), para “dar estabilidad al cuerpo, cuádriceps y gemelos”; y llevar una dieta saludable rica en carbohidratos. "Debería ser obligatoria una revisión médica general para evitar que posibles lesiones no tratadas, que pasan desapercibidas, puedan ir a más", concluye el jefe de Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa.