Por Medicina Responsable
3 de octubre de 2025El Ministerio de Sanidad ha informado este jueves de que se han producido 3.832 muertes atribuibles al calor entre el 16 de mayo y el 30 de septiembre, lo que supone un aumento del 87,6% respecto al mismo periodo del año pasado, según los datos del Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo).
Sanidad ha publicado el informe final de la campaña 2025 del Plan Nacional de actuaciones preventivas de los efectos del exceso de temperaturas sobre la salud, del que se desprende que este verano ha habido 870 episodios de calor extremo, un 73% más que el año anterior.
Desde este ministerio, puntualizan que, aunque estas estimaciones reflejan el "fuerte impacto" del calor en la salud de la población, no son diagnósticos clínicos individuales, sino un exceso de mortalidad calculado a partir de modelos estadísticos, por lo que los valores aún podrían ser revisados en próximos documentos oficiales.
De este informe también se extrae que uno de cada cinco días de esta pasada temporada estival presentó algún nivel de riesgo térmico en España. Sobre los fallecimientos relacionados con las altas temperaturas, Sanidad ha detallado que el 95,98% eran personas mayores de 65 años y más de la mitad (65,29%) mayores de 85 años. Las mujeres coparon la mayoría de estos fallecimientos (59%, frente al 41% de los hombres).
Además, ha precisado que el mes de agosto fue el que más mortalidad registró, con 2.184 muertes, seguido de julio, con 1.060 fallecidos, junio (407), septiembre (173) y la segunda quincena de mayo, cuando se contabilizaron ocho defunciones.
El informe publicado confirma 25 fallecimientos por golpe de calor durante el periodo citado, frente a los 17 que tuvieron lugar en 2024. Andalucía fue la comunidad donde más se produjeron (10 fallecidos), seguida de Aragón (5), Comunidad Valenciana (5), Extremadura (3), Islas Baleares (1) y Cataluña (1).
En la mayoría de los casos, las personas afectadas presentaban factores de riesgo, como enfermedades crónicas o uso de medicación sensible al calor, condiciones de exposición laboral o de ocio, y situaciones sociales vulnerables como vivir solas o en viviendas sin climatización.
El perfil de los casos incluye tanto a personas mayores con enfermedades cardiovasculares o neurodegenerativas, como a personas más jóvenes expuestas al calor en entornos laborales o actividades recreativas.
El Ministerio ha destacado que durante esta campaña se han consolidado mejoras técnicas ya incorporadas en los últimos años, como la redefinición de umbrales térmicos de impacto sanitario, el ajuste del algoritmo de alerta temprana, y la clasificación del territorio en zonas de meteosalud para una respuesta más precisa.