Por Aurora Molina
13 de mayo de 2024Numerosas instituciones y estudios oficiales llevan advirtiendo durante años la realidad del cambio climático. A pesar de contar con datos oficiales y de presenciar las consecuencias en directo, todavía hay quienes niegan la existencia de este fenómeno climatológico que, cada vez, agrava las consecuencias para el planeta.
Atendiendo a los datos publicados en el informe “The Lancet Countdown en Europa 2024”, nuestro país es el que más muertes por calor ha registrado de todo el continente europeo. El estudio ha sido dirigido por el Barcelona Supercomputing Center-Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS), en colaboración con el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), junto con otras 40 instituciones europeas.
Los resultados de los indicadores consultados han demostrado que los efectos negativos del cambio climático en la salud han aumentado y que, a su vez, la mayoría de los efectos superan los niveles que se han registrado anteriormente. De esta forma, según la información publicada por el ISGlobal, las principales conclusiones extraídas son:
"El cambio climático ya está causando estragos en la vida y la salud de las personas en toda Europa", afirma Rachel Lowe, directora de The Lancet Countdown en Europa, profesora de investigación ICREA y líder del grupo de Resiliencia Sanitaria Global en el Barcelona Supercomputing Center. "Nuestro informe aporta pruebas sobre el alarmante aumento de los impactos en la salud relacionados con el clima en toda Europa, incluyendo la mortalidad relacionada con el calor, las enfermedades infecciosas emergentes y la inseguridad alimentaria y del agua. Ha llegado el momento de tomar medidas sin precedentes para limitar estos impactos negativos sobre la salud en Europa y en todo el mundo."
Aunque el cambio climático sea un fenómeno general, es importante aclarar que no afecta a todos por igual. Aquí entran en juego factores como las desigualdades socioeconómicas y la marginación.
Según los datos obtenidos, la mortalidad relacionada con el calor es mayor en mujeres que en hombres. Por poner un ejemplo, tan solo en un periodo de 10 años (de 2003 a 2013), las muertes por calor en mujeres aumentaron de 67 a 88,4 por cada 100.000 habitantes, mientras que en los hombres solo aumentó de 42,1 a 55,9. Asimismo, el informe refleja cómo los hogares con bajos ingresos tenían una probabilidad mayor de experimentar inseguridad alimentaria; las muertes relacionadas con una dieta desequilibrada fueron mayores entre las mujeres; y la exposición al humo de incendios forestales fue mayor en las zonas más desfavorecidas.
Por otro lado, los resultados demuestran cómo el sur europeo tiende a verse más afectado por las enfermedades relacionadas con el calor, incendios forestales, inseguridad alimentaria, sequía, etc. Sin embargo, el norte de Europa se ve afectado por otros factores como la bacteria Vibrio y las garrapatas, lo cual puede desencadenar en enfermedades como la encefalitis. "El cambio climático es intrínsecamente un problema de justicia social y medioambiental", señala Kim van Daalen, autora principal del informe e investigadora posdoctoral en el BSC-CNS. "Dentro de los países europeos, las comunidades más desfavorecidas se ven especialmente afectadas por los efectos del cambio climático sobre la salud. Al mismo tiempo, los países europeos también deslocalizan los impactos en la salud de nuestro consumo en otros lugares, con otras partes del mundo experimentando contaminación atmosférica local y emisiones de gases de efecto invernadero como resultado de los bienes y servicios consumidos por Europa."
El objetivo de estas evaluaciones que cada año (desde 2021) realiza The Lancet es demostrar que el cambio climático sí existe y que, si no se actúa desde ya, las consecuencias pueden ser aún peores. Sin embargo, los expertos aseguran que las señales de acción política para proteger a la ciudadanía continúan siendo escasas.
Actualmente se estima que la neutralidad de carbono se podría alcanzar en el año 2100, dentro de más de 50 años, lo que demuestra que el camino sigue siendo inadecuado. Aun así, no todo son malas noticias, ya que las muertes atribuibles a la contaminación atmosférica durante 2005 – 2020 disminuyeron un 59% en Europa. "La exposición a la contaminación atmosférica está perjudicando la salud de las personas en Europa y fuera de ella", declara Cathryn Tonne , codirectora de The Lancet Countdown en Europa e investigadora en ISGlobal. "Aunque nuestro informe muestra una disminución de la contaminación atmosférica (PM2,5) en los últimos 15 años en Europa, este descenso se debió predominantemente a la mejora de las tecnologías de control, que disminuyeron la contaminación atmosférica, pero no las emisiones de gases de efecto invernadero. Seguimos necesitando medidas políticas adecuadas que aborden paralelamente la contaminación atmosférica y las emisiones de gases de efecto invernadero", concluye.
Ante el escenario descrito, los expertos insisten en que “Europa debería comprometerse con una transición justa y saludable que incluya responsabilidad global y el apoyo a las comunidades más afectadas”.