Entre el 12 y el 56% de las visitas al servicio de urgencias son inapropiadas

Como parte del 23º Congreso Nacional de Hospitales y Gestión Sanitaria, el doctor Carlos Mur de Viu, director de los servicios de salud mental del Principado de Andorra y miembro de la junta directiva de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA), ha tenido la oportunidad de exponer, a través de la ponencia “Alcance social del sector salud/ La gestión socialmente responsable, indicadores y resultados”, algunos de los datos que hacen que el sistema de salud sea menos eficiente. De acuerdo con el doctor, entre el 12 y el 56% de las visitas al servicio de urgencias son inapropiadas y hasta el 50% de las prescripciones de antimicrobianos son innecesarias. ¿Cómo podemos darle la vuelta al sistema para hacerlo más eficiente?

Según el doctor Mur de Viu la clave radica en lo que cada uno espera de dicha gestión. “Quizá a los clínicos nos importa más la resolución de determinados marcadores de una enfermedad, a un paciente le vale mucho más recuperar la funcionalidad para avanzar en su proyecto de vida y un gestor económico le dará mayor importancia a realizar una compra lo más rentable posible”. Aun así, para el doctor, si hay algo por lo que hay que luchar para extender la gestión basada en valor, es porque nos debemos a los pacientes.

En este sentido, de acuerdo con el doctor, hay que seguir cinco pasos esenciales para alcanzar una gestión sanitaria basada en valor: comprender los beneficios, los daños y los costes relativos de las intervenciones; disminuir o eliminar el uso de intervenciones que no proporcionan beneficios y/o pueden ser perjudiciales; elegir intervenciones y entorno de atención que maximicen los beneficios, minimicen los daños y reduzcan los costes; personalizar un plan de atención que incorpore sus valores y aborde sus preocupaciones e identificar oportunidades a nivel de sistema para mejorar los resultados, minimizar los daños y reducir el desperdicio de la atención médica. 

Además, insta a los profesionales sanitarios, sobre todo a los que se encargan de la gestión, a fortalecer las centrales de compras, utilizando la compra de medicamentos por resultados y valor, a crear plantillas de tamaño basadas en portfolios adaptados a las necesidades de cada área de salud, a contar con planes de eficiencia energética en todos los centros sanitarios y a implementar estrategias de “no hacer” para eliminar lo superfluo de la actividad médica. 

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