Por Santiago Melo
4 de agosto de 2025Thaddeus Daniel Pierce nació el pasado 26 de julio en Ohio, Estados Unidos, y su historia ya ha dado la vuelta al mundo: fue concebido a partir de un embrión congelado hace tres décadas, en 1994. Su nacimiento, recogido por MIT Technology Review, se ha convertido en uno de los hitos más relevantes de la fecundación in vitro hasta la fecha.
Sus padres, Lindsey y Tim Pierce, de 35 y 34 años, adoptaron el embrión a través de una agencia especializada en la gestión de embriones donados. El embrión pertenecía originalmente a Linda Archerd, una mujer que, en su proceso de fertilidad en los años 90, consiguió fecundar cuatro embriones. De ellos, solo uno fue transferido con éxito, dando lugar al nacimiento de su hija biológica. Los otros tres fueron congelados y conservados durante casi 30 años.
Linda Archerd mantuvo la custodia de los embriones, pagó por su conservación durante décadas y, ya en la menopausia, decidió no descartarlos ni donarlos de forma anónima. Encontró en el programa Snowflakes una vía para entregar los embriones a una familia que “compartiera sus valores”. Así fue como conoció a Lindsey y Tim, una pareja cristiana estadounidense que llevaba siete años intentando concebir sin éxito.
La transferencia embrionaria se realizó con éxito en la clínica Rejoice Fertility, en Knoxville (Tennessee), y aunque el parto fue complicado, madre e hijo se encuentran en buen estado de salud. El nacimiento de Thaddeus ha batido un récord mundial en reproducción asistida, superando al de Molly Gibson, nacida en 2020 de un embrión congelado durante 27 años.
Según datos del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU., en 2021 se realizaron más de 90.000 transferencias de embriones congelados en ese país, con tasas de éxito similares a las de embriones frescos.