Por Andrea Rivero
11 de mayo de 2022En la quinta sesión de la Subcomisión de Sanidad y Consumo la legalización del cannabis medicinal ha vuelto al centro del debate. Desde hace ya algunos meses esta subcomisión está debatiendo en el Congreso de los Diputados la legalización del uso terapéutico de este producto, pero no para uso general, si no para usos y perfiles concretos. Ahora, queda pendiente la resolución final.
Esta subcomisión está investigando y analizando la situación desde un aspecto puramente científico. La Organización Mundial de la Salud (OMS) hace tiempo que reconoce el cannabis como una sustancia de uso médico y la ha eliminado de su lista de estupefacientes peligrosos. En la actualidad, más de 40 países han legalizado el uso medicinal de esta sustancia. Italia, Reino Unido o Noruega son solo algunos ejemplos de países que llevan años haciendo uso del cannabis para paliar el dolor de pacientes.
En España, de acuerdo con los datos del barómetro del Centro de Investigación Sociológicas (CIS), más del 90% de los españoles está a favor de legalizar el cannabis para uso médico. Carola Pérez Gómez, presidenta del Observatorio Español de Cannabis Medicinal, indicó durante su comparecencia en la comisión que, “yo soy solo una de esos tres millones de personas que vivimos con dolor crónico neuropático y me gustaría sumar al 17% de la población española que sufre dolor crónico. Uno de cada cinco españoles sufre dolor. Y este dolor lo paliamos a través de analgésicos no esteroideos, a través de opioides moderados o de opioides mayores”.
Pero estos medicamentos no siempre surten efecto y tienen efectos secundarios, además de generar unos altibajos emocionales importantes. Estos fármacos son una opción, “pero no son la mejor a largo plazo debido a los problemas que acarrea a la hora de rotar o bajar dosis”, apunta Pérez. La adicción a lo opioides es uno de los riesgos que sufren estos pacientes. De acuerdo con la presidenta del observatorio, “entre 2014 y 2017, 7.000 personas murieron en España por sobredosis de opioides, todas ellas recetadas”.
Desde el Observatorio Español de Cannabis Medicinal apuestan por conseguir una regulación que ayude a estas personas a vivir sin dolor o con el mínimo posible.
De acuerdo con el vicepresidente del observatorio y catedrático de bioquímica, Manuel Guzmán Pastor, “llevamos 30 años estudiando el mecanismo de acción de los cannabinoides en nuestro organismo. Hemos publicado 200 artículos en revistas científicas y tengo seis patentes registradas sobre posibles aplicaciones terapéuticas de los cannabinoides. La balanza en la que nos movemos para aplicar intervenciones terapéuticas en unos pacientes concretos se equilibra con dos pilares, la seguridad y la eficacia”.
Opiniones de todos los colores
Desde las instituciones y partidos políticos exigen que este proceso debe ser 100% seguro y contar con toda la información. El desconocimiento y su mal uso es uno de los puntos que más preocupa.
Según Natalie Richard, directora adjunta de la Agencia Nacional de Seguridad de Medicamentos y Productos Sanitarios (ANSM) de Francia, “hemos oído hablar de los efectos secundarios del cannabis, sobre todo asociados al uso recreativo y, es verdad, que nos han alertado de los escenarios mucho más negativos de sus efectos”.
Por su parte los partidos políticos han querido dejar claro que esta situación debe tratar varias circunstancias, desde qué tipo de productos se podrían prescribir, para qué dolencias y enfermedades, en dónde se podrían administrar, quién los prescribiría, y si se permitiría el cultivo de plantas para uso personal o colectivo en una asociación de pacientes. Esta reunión puede ser decisiva para dar el primer paso y llegar a un primer acuerdo de regulación.