Por Andrea Rivero
28 de marzo de 2022El Consejo General de Colegios Farmacéuticos apela a la necesaria participación de la farmacia comunitaria en el debate sobre el uso del cannabis con finalidad terapéutica en España.
Por ello, en la última subcomisión creada para la regulación del cannabis de uso medicinal del Congreso de los Diputados, que se reúne cada 15 días, el presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), Jesús Aguilar, ha propuesto llevar a cabo un estudio en las farmacias para considerar como podría ser la implementación del cannabis medicinal en España.
De acuerdo con Aguilar, “habría que definir un protocolo de actuación con las condiciones en las que se podrían prescribir estos productos, previamente autorizados para la prueba, el perfil de pacientes y médico prescriptor, así como la situación clínica y las condiciones a cumplir por las farmacias”.
En España existen, por un lado, productos de cannabis y por otro, productos derivados de sus principios activos. Pero no todos han obtenido la aprobación de comercialización para uso médico. Solo existen dos fármacos que cuentan con la autorización de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS), “Epidyolex” y “Sativex”. Estos medicamentos son dispensados por los farmacéuticos hospitalarios para tratar algunos síntomas de la esclerosis múltiple, del síndrome de Lennox-Gastaut y otras patologías concretas.
Debido a la demanda que existe sobre estos fármacos desde el CGCOF entienden la necesidad de dispensarlos en farmacias comunitarias. Jesús Aguilar ha recalcado que se llevaría a cabo, “bajo un estricto control farmacéutico de los medicamentos autorizados a base de cannabinoides, que ahora se dispensan a través de los servicios de farmacia hospitalaria".
En la propuesta aclaran que se realizaría la dispensación de estos productos previa autorización de la AEMPS y en las situaciones clínicas que se precisaran. Además, apelan a la importancia de controlar la venta de estos productos, sobre todo los cosméticos a base de extracto y aceite de algunas partes del cannabis, que no son medicamentos y generan confusión entre la población.
En Francia ya comenzaron en marzo de 2021 un estudio piloto con 3.000 pacientes que se seguirán a lo largo de dos años y, además, los enfermeros, médicos y farmacéuticos recibieron una formación específica sobre estos productos.