Doctora Victoria Muñoz: “El paciente me pegó un puñetazo, me empezó a dar patadas en las costillas y en la cabeza”

“El paciente me pegó un puñetazo, me empezó a dar patadas en las costillas y en la cabeza. Me quedé en blanco, no supe cómo reaccionar”. Este es el testimonio de la doctora Victoria Muñoz, psiquiatra en Ciudad Real que fue agredida mientras cumplía con su turno de trabajo. “Es una experiencia que no se la recomiendo a nadie. En ese momento te quedas en blanco, no sabes reaccionar. Te haces una bolita y piensas que pase pronto”. 

La doctora Muñoz cuenta que esta situación la vivió durante la Covid, “cuando las familias no podían venir a ver a los pacientes”. Aun así, “vino la madre de un paciente y negociamos con ella que fuera a darle un beso y después se iría”. La doctora relata que cuando se dirigió al paciente para informarle de la situación éste empezó a pegarle. “Me dio un puñetazo, me tiró al suelo y empezó a darme patadas”. Fue gracias al resto de pacientes de la planta que la escena no siguió a más. “Los pacientes se abalanzaron sobre él y mi compañera me arrastró como pudo por el suelo”, detalla. 

Una historia que se enmarca dentro del Día Europeo contra las Agresiones a Médicos y Profesionales Sanitarios. Una historia llena de dolor, y de valor para contarla, que sirve como ejemplo para que todos los profesionales que han sido víctimas denuncien lo ocurrido. “Hay que denunciar, hay que dar voz a todo esto aunque se pase muy mal”, enfatiza la doctora Muñoz. 

Ella misma ha declarado que al día siguiente de lo ocurrido fue a denunciar a la Policía Nacional y al Colegio de Médicos. Aun así, también es consciente de que sufrir una agresión de este tipo tiene su parte negativa, más allá de los dolores físicos. “Me rompieron dos costillas, estuve dos semanas de baja y después me reincorporé. Eso fue horrible. Las pesadillas, el miedo a las guardias… Me sentía una inútil porque me daba miedo mi trabajo, me daban miedo mis pacientes”. 

La psiquiatra ha recordado que, al poco tiempo de la agresión, le tocó atender una guardia de nuevo en la que “un paciente se agitó muchísimo” y empezó a llorar. “Sentía vergüenza porque en la pandemia nos dieron el papel de superhéroes, pero no, no lo somos, somos personas y tenemos miedo, angustia, ansiedad…”. 

Como ella, más de 7.000 médicos han sido agredidos desde 2010 en España, una cifra estremecedora que refleja cómo puede llegar a ser el día a día de médicos y profesionales sanitarios en el ejercicio de sus funciones. 

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