Cómo mejorar la salud de las madres (y de las que no lo son)

Psicólogas, profesoras, amas de casa, cocineras, cuidadoras… Las madres son seres extraordinarios que ejercen todas estas profesiones en su día a día al mismo tiempo que cuidan de sus hijos. Su agenda está, tan repleta, que muchas de ellas se olvidan de sí mismas y no se paran a cuidar su salud. De hecho, según el estudio “El coste de la conciliación”, realizado por la asociación Yo no renuncio, del Club Malasmadres, el 85% de las madres tienen menos de una hora libre al día, o ni siquiera alcanzan este tiempo.

Tener tiempo para cuidarse no debería ser un privilegio, por ello, es importante que cualquier mujer, independientemente de su edad o estado civil, lleve a cabo una serie de recomendaciones que le ayuden a mantener un buen estado de salud.

Consejos para una vida sana

1. Llevar una dieta mediterránea rica en frutas, verduras, cereales integrales, proteínas, vitaminas, fósforo y grasas saludables.

2. Mantenerse activa para prolongar la vida y hacer un poco de deporte todos los días, por los menos durante 30 minutos, para reducir el riesgo de enfermedades cardíacas (es la primera causa de muerte de las mujeres) y otros problemas de salud, como accidentes cerebrovasculares, hipertensión, colesterol o depresión. 

3. Visitar periódicamente al médico y al ginecólogo para los chequeos regulares y preventivos, según la etapa que esté viviendo cada mujer. Así, entre los 15-20 años es importante acudir al ginecólogo para comprobar si hay alguna anomalía en la menstruación y prevenir infecciones de transmisión sexual como el virus del papiloma humano con distintas analíticas. Entre los 30 y 40 años es la franja de edad en la que las mujeres son más activas sexualmente y cuando muchas tienen su primer hijo. Por eso, hay que extremar las precauciones en las relaciones sexuales para prevenir las ITS, seguir las recomendaciones del ginecólogo durante el embarazo, someterse a exploraciones de las mamas con el objetivo de prevenir el cáncer de mama y acudir al médico de familia para realizarse analíticas de sangre y de orina y la toma de la presión arterial para prevenir distintas enfermedades. Para las mujeres mayores de 30 años adquiere especial importancia la salud cardiovascular y su control. Por eso, además del chequeo ginecológico anual, se deben analizar otros aspectos, como la hipertensión y colesterol o la diabetes tipo 2.

Para las mujeres de más de 50 es fundamental seguir teniendo en cuenta que pueden encontrarse en la perimenopausia, la antesala de la menopausia, con todos los cambios que esta produce. Además, hay que revisar la vista o la audición. En esta época pueden surgir la osteopenia y osteoporosis, así que es recomendable hacer una densitometría ósea para detectar los déficits de densidad en los huesos y realizar pruebas de detección de ciertos tipos de cáncer, sobre todo de colon y mamá, en el caso de antecedentes en la familia. Por último, a partir de los 65 años habría que sumar la vacuna de la gripe y vigilar con más cuidado si cabe la salud y la alimentación.

4. Aprender a manejar el estrés para dormir mejor, utilizando técnicas comunes de gestión de estrés como yoga, gestión del tiempo y el ejercicio regular. En el caso de estarsobrepasadas, es muy recomendable acudir a un terapeuta.

5. Beber con moderación y no fumar. Las mujeres que beben alcohol deberían limitar su ingesta a una bebida por día. 

Como dice el refrán “con salud lo hay todo, sin salud no hay nada”, si eres mujer (ya seas madre o no) es el momento de empezar a cuidarse.

 

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