
Por Medicina Responsable
3 de diciembre de 2025Agentes de la Policía Nacional han detenido en Valencia al anestesista de la clínica de Alzira que sedó a Lara, la niña de seis años fallecida tras someterse a un procedimiento dental y a otra de cuatro años que tuvo que ser ingresada durante varios días en un hospital de la ciudad el pasado 20 de noviembre. En la operación también ha sido arrestada la dueña del centro médico.
La detención del anestesista, de 43 años de edad y nacionalidad española, se ha producido a las 8.45 horas de la mañana tras ser acusado de un presunto delito de homicidio, otro de lesiones, un delito contra la salud pública, hurto y otro de omisión del deber de socorro, según han informado a Europa Press fuentes policiales. Pocas horas después, sobre las 12 horas, los agentes han arrestado en Alzira a la dueña de la clínica, una mujer de 50 años, como presunta autora de los delitos de omisión del deber de socorro y contra la salud pública. Además, los efectivos de la Policía Nacional registraron el centro y el domicilio del facultativo días antes del arresto y el Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de la Comunitat Valenciana, encargado del procedimiento, continúa todavía practicando las gestiones pertinentes para el total esclarecimiento de los hechos.
Tras el fatal suceso, el anestesista y la dueña de la clínica prestaron declaración ante el Servicio de Inspección de la Conselleria de Sanidad y, posteriormente, ante los agentes de Policía Nacional que investigan el caso, judicializado. Ahora, ambos han sido detenidos y se investiga si hubo mala praxis.
Los hechos se remontan al 20 de noviembre de este año, cuando dos niñas, de cuatro y seis años, acudieron junto a sus familiares (por separado y sin existir relación alguna entre ambos) a una clínica dental privada de Alzira para realizarse unos tratamientos. Tras unos empastes y la extracción de un par de dientes de leche en las que se le aplicó una sedación mediante vía, Lara, la niña de seis, años falleció ese mismo día: a pesar de que la dueña del centro manifestara a los medios locales que la pequeña "salió aparentemente bien" y que "el anestesista no supiera qué pasó", ingresó a las 16.52 horas en Urgencias del Hospital de La Ribera en parada cardiorrespiratoria y los facultativos intentaron su reanimación. Sin éxito.
La otra menor, de cuatro años, acudió también por la tarde a Urgencias del Hospital de la Ribera, en Alzira (Valencia), porque presentaba un episodio de fiebre, vómitos y somnolencia. Tras su estabilización y la valoración pertinente, los facultativos decidieron su traslado en SAMU a la UCI pediátrica del Clínico. Este martes recibió el alta médica.
Unas horas después de lo sucedido, la Consellería de Sanidad de Valencia comunicó que la clínica carecía de autorización sanitaria para realizar técnicas de actividad de anestesia, como la realizada a las niñas con fármacos intravenosos.
Estos hechos han provocado gran conmoción entre los especialistas que, días después pedían responsabilidad en la aplicación de sedaciones. "Debe hacerlas un anestesista", se pronunciaba la Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor (SEDAR). "En los últimos años se están autorizando sedaciones profundas con anestésicos generales para que las administren profesionales que no son médicos especialistas en Anestesiología y Reanimación, lo que supone un claro riesgo para la salud", advertía en un comunicado.