Por Medicina Responsable
25 de junio de 2024El miércoles 3 de julio llega a los cines “El bus de la vida”, la nueva película escrita y dirigida por Ibon Cormenzana. La cinta sigue a un profesor de música, Andrés, al que le diagnostican cáncer de oído interpretado por Dani Rovira. Este debe buscar tratamiento en el hospital de Bilbao al que se traslada en "El bus de la vida", un autobús que lleva a los pacientes de la zona de manera gratuita para recibir sus sesiones de quimioterapia. Andrés irá adquiriendo fuerza para afrontar la enfermedad y sus miedos al compartir experiencias y risas con sus compañeros de viaje.
Un papel que tiene una gran carga personal para el actor, a quien detectaron un linfoma de Hodgkin en 2020 y que ha confesado que tuvo sus dudas antes de aceptar revivir en este personaje ciertos aspectos su lucha contra la enfermedad en la pantalla.
"Esta película me ha servido en parte de terapia", señala el cómico y monologuista en una entrevista concedida a Europa Press. "Dudé por varias cosas. Una, porque digo, ‘¿por qué yo y no otro actor que puede hacerlo mejor?’ Otra, no sé si estoy emocionalmente preparado para ahondar en un tema así, no sé, ha pasado poco tiempo", reflexiona. "Pero si no lo hago yo lo hará otro y en algún momento tendré que hacer una 'peli' sobre esto y como yo no sé cuántos años voy a vivir pues la primera que me llegó fue tan guay que dije pues ya está", explica.
El intérprete, que siempre se ha mostrado dispuesto a hablar de su enfermedad y remarcado la importancia de la visibilidad, espera que “El bus de la vida” pueda "aportar algo más" o "ayudar a alguien con su aceptación".
Rovira apunta que tanto el personaje como la película estaban muy bien escritos y, si algo aportó él, fueron "detalles, matices". "Sí que es verdad que yo soy una persona de muchas propuestas. Recuerdo que estábamos en una lectura de guion y en la parte del diagnóstico, le dije al director: ‘Mira yo tengo un audio grabado de cuando me hicieron mi diagnóstico’", relata el actor recordando cómo en esos 15 minutos de audio, tres médicos con mascarilla le daban las malas noticias. "Y dije: ‘Yo no tengo la verdad, pero esta fue mi verdad’ ", explica, rememorando la escena, cómo la vivió y cómo la trasladó luego a la ficción.
"Me gustaría que la gente después de verla, si tiene cosas por hacer, que no haya hecho y sin que esté enfermo, le entraran ganas de querer hacerlas, de cantar, escribir un libro, hacer una película, subir una montaña... Cualquier cosa que esté en tu cabecita que quieras hacer, pero no te has atrevido nunca", termina expresando Cormenzana. "Tenemos que aprovechar nuestra vida mientras estemos y disfrutarla: reír, llorar, cantar, gritar... y vivir", concluye.