Por Aurora Molina
28 de agosto de 2024Las pensiones por incapacidad permanente, que cubren la pérdida de renta salarial que sufre una persona cuando está afectada por un proceso patológico o traumático y ve reducida o anulada su capacidad laboral, han aumentado hasta rozar el millón en el mes de agosto. En concreto, se han gastado 1.133,2 millones de euros en 974.169 pensiones de este tipo, un 2,98% más respecto a diciembre de 2023. Este aumento se debe principalmente al incremento de las enfermedades y de los accidentes laborales, causando esta incapacidad.
Dependiendo del grado de gravedad de la enfermedad o accidente, la pensión puede ser parcial (el rendimiento del trabajador disminuye un 33%), total (el trabajador está incapacitado para realizar todas las tareas fundamentales de su profesión habitual, pero puede dedicarse a otros trabajos complementarios), absoluta (el trabajador está incapacitado para desempeñar cualquier actividad laboral) y gran invalidez (el trabajador necesita la asistencia de otra persona en su día a día).
El último informe de estadísticas de accidentes de trabajo publicado por el Ministerio de Trabajo y Economía Social muestra que entre enero y junio de 2023 se produjeron 306.633 accidentes laborales con baja y 273.506 sin baja. Comparando las cifras con el mismo periodo del año anterior, los accidentes con baja experimentaron un aumento del 0,2% y los accidentes sin baja una disminución del 2,2%.
Por otro lado, el empeoramiento de la salud de las personas de forma general, de acuerdo con lo publicado en el Informe del Sistema Nacional de Salud 2023, hace que el incremento en el número de pensionistas por incapacidad permanente se sitúe cerca del millón.
Según la nómina de agosto publicada por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, la pensión media de la Seguridad Social ha ascendido a 1.256,7 euros, un 5,1% más que hace un año. En este dato se incluyen las pensiones por jubilación, incapacidad permanente, viudedad, orfandad y en favor de familiares.
Como suele ser habitual, las tres cuartas partes de la nómina de pensiones se corresponde a pensiones de jubilación. Concretamente, suponen el 73,1% de la nómina, un total de 9.378,6 millones de euros. A pensiones de viudedad se han destinado 2.110,9 millones de euros, a orfandad 171,8 millones de euros y a las prestaciones en favor de familiares, 34,3 millones.
De los 10,2 millones de pensiones contributivas abonadas, 6,5 millones son de jubilación, 2,4 millones de viudedad y el resto corresponde a pensiones de incapacidad permanente (974.169), orfandad (341.987) y en favor de familiares (46.196).
El total de las pensiones abonadas se han dirigido a 9,2 millones de pensionistas. De ellos, 4,7 millones son hombres y 4,6 mujeres. Por otro lado, la proporción de pensiones por pensionista se mantiene en 1,1 prestaciones por persona.
Los datos reflejan que el número total de afiliados ha crecido en 478.241 en el último año y en 1,8 millones de personas desde el inicio de la pandemia de la Covid.
En concreto, desde inicios del presente año se han creado 324.976 empleos, una cifra en línea con los niveles prepandemia, hasta situarse en los 21.167.912 afiliados. “El mercado de trabajo mantiene las cifras más altas de su historia en un mes de agosto”, destaca Elma Saiz, ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. “A mitad de este mes nos mantenemos cerca de los 21,2 millones de ocupados si descontamos la estacionalidad y el efecto calendario”.