Por Virginia Delgado
21 de julio de 2025El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha condenado al Servicio Canario de Salud (SCS) a indemnizar con 200.000 euros a una mujer que perdió a su bebé en la fase final de la gestación por “violencia obstétrica y trato deshumanizado”.
Los hechos tuvieron lugar en el año 2020 en el Hospital Materno Infantil de Las Palmas de Gran Canaria. La mujer acudió al centro con contracciones y, sin que la viera un médico y a pesar de que su embarazo era de alto riesgo por edad, obesidad y diabetes, fue enviada a planta. Horas después, el bebé falleció y la madre, por indicación de los facultativos, lo tuvo en un parto natural sin que se le ofrecieran la opción a cesárea, como había pedido el padre.
El TSJC ha considerado que el Servicio Canario de Salud “infringió los procedimientos médicos y cometió varios errores que le hacen responsable patrimonial del daño y el sufrimiento que padeció la madre al perder a su bebé”. Respecto a la falta de información sobre la posibilidad de practicar una cesárea y evitar un parto natural, que duró seis horas, ha señalado que “la atención médica fue deshumanizada”. Además, los magistrados han subrayado que la sanidad canaria “insiste en que la operación quirúrgica no es una alternativa al alumbramiento natural de libre elección para la madre. Su salud sí que está en riesgo, tiene que ser escuchada y tiene capacidad de decidir entre el abanico de alternativas que se abren”.
Ante ello el SCS ha alegado que la cesárea de libre elección no está cubierta por la asistencia gratuita. Un argumento al que el Tribunal Superior de Justicia de Canarias ha contestado que “induce a pensar que, al final, la cuestión se reduce a que las alternativas para la terminación del parto en un embarazo a término se ofertan en la sanidad pública por razones económicas y no médicas”.