Cáncer intestinal e insuficiencia renal, las enfermedades que sufrió Tina Turner

El mundo de la música ha perdido a su reina del rock. La cantante estadounidense Tina Turner ha muerto a los 83 años en su casa de Suiza, donde residía desde 2013. En un comunicado, difundido por su representante a la cadena de televisión NBC, se ha informado que “ha fallecido en paz, a la edad de 83 años, tras una larga enfermedad en su casa de Küsnacht, cerca de Zúrich. Con ella, el mundo pierde una leyenda de la música y un modelo a seguir". 

Sus allegados no han especificado la causa exacta del fallecimiento de Turner, pero llevaba años arrastrando varias enfermedades. La cantante sufrió un accidente cerebrovascular en 2013 y tres años después, en 2016, se supo que padecía un cáncer intestinal. Poco después se reveló que también padecía una insuficiencia renal. 

Según contaba la ganadora de 11 premios Grammy en su autobiografía My Love Story, sus problemas de salud comenzaron en 2013, el mismo día de su boda con el productor musical Erwin Bach. “Durante la ceremonia empecé a sentir que algo no iba bien”. Tres semanas después sufrió un accidente cerebrovascular. Pero ahí no terminarían sus complicaciones de salud. Ese mismo año, empezó a sentir fuertes calambres que la dejaron semiparalizada y que forzaron su ingreso hospitalario. Las pruebas a las que se sometió determinaron que sus riñones estaban funcionando al 35% de su capacidad. Y, tal y como explica la propia cantante en su biografía, reaccionó “de la peor forma posible, la más estúpida”, sustituyendo su medicación por un tratamiento homeopático que empeoró su situación.

El estado de sus riñones se agravó, pasando a funcionar solo al 20% y, tras varias pruebas médicas, le detectaron un cáncer intestinal, un tumor que presenta síntomas como sangrado rectal, cambios en los hábitos intestinales, calambres y dolor abdominal y pérdida de peso no intencionada. 

Todas estas enfermedades causaron un importante deterioro de su salud, tanto que, en 2016, optó por la eutanasia. Llegó a inscribirse en la lista de la organización Exit, que se encarga de brindar apoyo en el procedimiento del suicidio. Sin embargo, pocos días después su marido la hizo cambiar de opinión y, además, le donó uno de sus riñones, el cual le fue trasplantado en 2017. 

A pesar de los últimos años complicados de la cantante, todos sus fans, y los que no lo son tanto, siempre la recordarán como una artista inigualable, “mejor que todo el resto, mejor que cualquiera”. Como cantaba en su famosa canción, Tina era “Simply the best”. 

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