Sanidad incluye en su campaña de vacunación contra la gripe a fumadores y sanitarios

La Comisión de Salud Pública, en la que se encuentran representadas todas las comunidades autónomas y el Ministerio de Sanidad, ha acordado incorporar a las personas fumadoras y a los profesionales de centros sanitarios entre los grupos de riesgo llamados a vacunarse de la gripe en la campaña de otoño, campaña en la que se permitirá, por segundo año consecutivo, administrar simultáneamente la dosis de refuerzo de Covid-19 para las personas que cumplan los requisitos. Además, durante la reunión que han mantenido también han acordado adelantar el comienzo de la vacunación para finales de septiembre.  

Las recomendaciones de vacunación frente a la gripe se amplían también a la población infantil de entre 6y 59 meses de edad y a personas de 5a 59 años que presenten riesgo de complicaciones derivadas de la gripe, entre las que incluyen a aquellas de entre 5y 18 años que reciben tratamiento prolongado con ácido acetilsalicílico y a personas fumadoras. Asimismo, también entran en este grupo estudiantes en prácticas y trabajadores de centros sanitarios y sociosanitarios y a personas con exposición laboral directa a animales o a sus secreciones en granjas o explotaciones avícolas, porcinas o de visones o a fauna silvestre. 

Los grupos de población para la vacunación frente a la gripe y a la covid incluyen, por su parte, a mayores de 60 años, personas de cinco años o más internas en residencias de mayores o centros de discapacidad, embarazas en cualquier trimestre de gestación, mujeres durante el puerperio, hasta los seis meses tras el parto, y a personas convivientes con aquellas que tienen alto grado de inmunosupresión. Además, también se recomienda a menores de 60 años con obesidad mórbida, diabetes mellitus, síndrome de Cushing, enfermedades crónicas cardiovasculares, neurológicas o respiratorias, enfermedad celíaca, trastornos que conlleven disfunción cognitiva, cáncer y hemopatías malignas, enfermedades neuromusculares graves, enfermedad hepática crónica y enfermedad inflamatoria crónica. 

También se deberían vacunar contra ambas enfermedades personas que trabajan para servicios públicos esenciales como bomberos y fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y personal de centros sanitarios y sociosanitarios. En cualquier caso, se prioriza la inmunización en las residencias de mayores y otros centros de atención a la discapacidad y a la población de 80 y más años, así como a los trabajadores sanitarios y sociosanitarios. 

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