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Ante ciertas conductas de los hijos “se puede sancionar, pero no pegar”

El psicólogo Javier Urra habla sobre la condena a un padre que dio un bofetón a su hijo de cinco años por mancharle su coche de alquiler

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Ante ciertas conductas de los hijos “se puede sancionar, pero no pegar”

Por Gema Puerto

20 de junio de 2023

Un padre ha sido condenado por un “delito de malos tratos en el ámbito familiar” a realizar trabajos para la comunidad durante 50 días, a indemnizar a su hijo con 40 euros y a la prohibición por un tiempo de seis meses y un día de aproximarse a su hijo a una distancia inferior de 300 metros. La sentencia, de la Audiencia Provincial de Murcia ratifica una sentencia emitida por el Juzgado de lo Penal de Murcia del 5 de julio de 2022.

Los hechos tuvieron lugar en Mallorca, en julio de 2019, durante las vacaciones de dos pequeños con su padre divorciado, uno de siete años y otro de cinco. Según recoge la sentencia, “el padre iba a bordo de un vehículo de alquiler cuando al pequeño de cinco años se le cayó un helado y el padre le golpeó en el rostro”. Cuando el niño volvió con su madre, el 22 de julio, ésta le llevó al médico y los profesionales sanitarios activaron el protocolo de maltrato.

El progenitor ha defendido su actuación amparándose en “el derecho de corrección de los padres en el ejercicio de la patria potestad”, pero los magistrados le recordaron que “los comportamientos violentos que ocasionen lesiones y requieran una primera asistencia facultativa no pueden encontrar amparo en el derecho de corrección”.

Como ha explicado el que fue primer Defensor del Menor, Javier Urra, a Medicina Responsable, “en este caso, un médico ha hecho un informe, que ha sido después ratificado por un médico forense, y un juez ha tomado una determinación sobre unos hechos cometidos. Si a un niño de cinco le pegas una bofetada y, un médico forense certifica que hay lesiones indelebles, eso significa que hay un bofetón brutal y que el procedimiento se ha hecho bien”.

Para Urra, es cierto que “los hijos tienen obediencia debida a los padres, y éstos pueden y deben sancionar ciertas conductas a lo que está mal. Eso sí, se puede sancionar de forma moderada y razonada, no de forma física. Está prohibido pegar porque no tiene sentido pedagógico”.

El actual presidente de Honor de la Sociedad Española para el Estudio de la Violencia Filio-parental (SEVIFIP) asegura que “es verdad que muchos niños chantajean a sus progenitores, pero no hay que sobreprotegerlos, hay que sancionar teniendo en cuenta el contexto y la edad del menor cuando la conducta es agresiva y muy violenta. Estos hechos siempre suelen ocurrir en procesos de separación de los padres, en los que se genera una fuerte tensión que muchas veces deriva en agresiones a los hijos. Yo, para este tipo de casos, siempre les diría a los padres que resuelvan sus problemas de padres y sancionen menos a los hijos”.

 



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