
Por Clara Arrabal
14 de noviembre de 2025“En 2024 superamos todos los récords de trasplantes en España y este 2025, con datos recogidos hasta el 31 de octubre, podemos hablar de estabilidad respecto al año pasado”, ha explicado Beatriz Domínguez-Gil, directora de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) durante la inauguración del XX Encuentro entre Profesionales de la Comunicación y Coordinadores de Trasplantes celebrado en El Escorial y al que ha asistido Medicina Responsable.
Domínguez-Gil ha anunciado que la próxima Estrategia Nacional de Trasplantes será presentada el próximo mes de enero, aunque “ya está trabajada con las comunidades autónomas”. Esta se extenderá hasta el año 2030 y sus principales objetivos serán el aumento de los donantes, la optimización del acceso al trasplante, la mejora de la calidad y seguridad, la introducción de la innovación en este ámbito y la gestión de los recursos humanos.
Además, como ha explicado, uno de los temas que aborda es el de aumentar las donaciones en la sanidad privada española, que constituye el 2% de los casos, y que “es la gran asignatura pendiente”. “Me encantaría deciros que hemos mejorado en la donación en la privada, pero no es así”, admitía.
Esta se presentará oficialmente a principios de 2026, extendiéndose hasta 2030, y está trabajada con las CC. AA. “En ella se tratan multitud de temas. Por ejemplo, cómo abordar la accesibilidad al trasplante, sobre todo en pacientes con dificultades particulares o necesidades adicionales”, ha explicado Domínguez-Gil. La estrategia, según la directora de la ONT, también contemplará un protocolo de donación tras la eutanasia, “que está diseñado ad hoc para atender al paciente que fallece”. En este sentido, ha recordado que 154 personas donaron órganos tras la eutanasia en 2024, y que el 13% de los fallecidos en España por esta causa son donantes de órganos.
Otro de los objetivos de la Estrategia Nacional de Trasplantes es conseguir la independencia en el proceso de toma de decisiones, aportar información sobre la posibilidad de donar a discreción del equipo asistencial y ampliar la red de hospitales autorizados para donar, que ahora mismo engloba a 185 centros. “Nos queda por autorizar centros comarcales y hospitales privados, porque solo el 2% de los donantes lo hacen en este sector. Es nuestra asignatura pendiente, incorporarlos a la donación".
Rodríguez-Gil, en el marco del XX Encuentro entre Profesionales de la Comunicación y Coordinadores de Trasplantes, ha recordado que el año 2024 fue “un año histórico”. “Superamos todos los objetivos que nos habíamos planteado”, declaraba, haciendo referencia a que se registraron más de 2500 donantes fallecidos en España, una tasa superior a los 52 donantes por millón de habitantes. “Y eso que teníamos el objetivo de 50 donantes por medio de población. O sea que lo superamos amplísimamente. También realizamos más de 6400 trasplantes, y el objetivo era superar los 5500. El año pasado fue extraordinario”, añadía.
Según las cifras de la ONT, en una década el volumen de donantes ha aumentado en un 50% en España, posicionándose la primera del mundo en donación de personas fallecidas. “Da igual cómo se contabilice, España siempre está a la cabeza”, afirma Rodríguez-Gil.
De cara al 2025, el reto de la Organización Nacional de Trasplantes es “conseguir al menos lo que conseguimos el año pasado y ser capaces de mantener sin dificultades ese nivel de actividad o incluso poderlo mejorar”. Además, ha anunciado que España se encuentra en “una situación de estabilidad respecto a las cifras del año pasado”, tomando los datos de los 10 primeros meses de 2024.
A pesar de estas cifras tan positivas, el mundo del trasplante se enfrenta al reto continuo de “reinventarse”, ya que las necesidades son cada vez mayores. “Aunque las líneas de trabajo están dando sus frutos, el potencial de donación está cayendo por la disminución de muertes encefálicas, que es la principal fuente de trasplantes”, ha explicado.
La globalización también afecta a los trasplantes, según Rodríguez-Gil, pues convivimos con culturas y religiones con diferentes formas de entender la vida y el fallecimiento que han traído otros retos. “Por ejemplo, en los últimos veranos nos vienen las siete plagas de Egipto y tenemos que activar a los laboratorios de microbiología para realizar a los donantes nuevas pruebas para evitar la trasmisión de estas infecciones en los órganos. Esto nos exige estar adaptándonos a las nuevas enfermedades infecciosas”, apuntaba.
En definitiva, la mayor necesidad de la población, el potencial de donación complicado y el ambiente desfavorable “ponen ponen las cosas difíciles al mundo del trasplante”, aunque la ONT ya ha puesto en foco en las técnicas de preservación, la irrupción de la Inteligencia Artificial o las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías. “Hablamos mucho de liderazgo, pero lo importante son las historias que hay detrás”, finalizaba la experta.