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Las bajas laborales por enfermedad se disparan en Navidad

Durante las festividades de 2024 se registraron más de 253.000 bajas laborales, un 11,5% más que el año anterior, con una mayoría por enfermedades comunes, según datos de AMAT

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Las bajas laborales por enfermedad se disparan en Navidad

Por Medicina Responsable

26 de diciembre de 2025

Durante el periodo navideño de 2024, se tramitaron en España 253.060 procesos de incapacidad temporal (IT), un 11,5 % más que en 2023, según los datos extraídos por la patronal de mutuas AMAT a partir de las bases de la Seguridad Social, y publicados por el diario ABC. Se trata de una cifra que consolida la Navidad como el momento con mayor número de bajas del año, especialmente por enfermedades no profesionales como infecciones respiratorias, cuadros gripales o traumatismos. 

El repunte de este tipo de procesos durante los días festivos no es nuevo, pero sí preocupante. Las bajas por contingencias comunes, es decir, las que no tienen relación directa con el trabajo, se han incrementado un 63% respecto a 2019, frente al 42% de media que han crecido las bajas laborales en general. En este escenario, la mayoría de los casos son de corta duración, inferiores a dos semanas, pero su volumen genera una presión significativa sobre el sistema sanitario y sobre los costes asociados. 

Según el Observatorio Nacional de Contingencias Comunes 2024 de la mutua Asepeyo, en total se acumularon más de 290 millones de días de ausencia al trabajo por enfermedad en el último año. Las patologías psiquiátricas continúan aumentando su peso específico, duplicándose desde 2016 y situándose ya como la quinta causa con mayor duración media de las bajas laborales (129 días), solo por detrás de enfermedades oncológicas o cardíacas. Además, el 70% de los problemas de salud mental que provocaron ausencias prolongadas eran de base, mientras que el 30% se relacionaban con factores familiares o laborales. 

El impacto de esta realidad es especialmente relevante para el sector de la salud. Por un lado, los servicios sanitarios se ven obligados a gestionar un mayor volumen de bajas, muchas de ellas por patologías estacionales como las infecciones víricas o respiratorias. Por otro, las plantillas sanitarias también sufren este absentismo, especialmente en los sectores de atención primaria, servicios sociales y hospitales, donde se concentra la mayor incidencia de incapacidad temporal, según el informe de Asepeyo. 

A esta complejidad se suman factores sociales y generacionales. En una intervención en La Sexta, el economista y profesor universitario Gonzalo Bernardos apuntó a un cambio de comportamiento entre los trabajadores más jóvenes: “Ante cualquier inconveniente, desisten. Ha aumentado mucho el número de bajas por problemas mentales y también influye la facilidad para encontrar empleo”, explicó. Según Bernardos, este fenómeno ha disparado el absentismo hasta colocarlo por encima de la media europea. 

Desde el ámbito empresarial, el Círculo de Empresarios ha reclamado un pacto nacional entre Gobierno, agentes sociales y mutuas para reforzar los controles, agilizar las altas médicas y optimizar la gestión de las bajas. Esta organización advierte de que las ausencias no planificadas tienen efectos directos en la productividad, el clima laboral y la sostenibilidad del sistema sanitario y de protección social. 

Con más de 368 millones de jornadas laborales perdidas cada año y un coste estimado superior al 3 % del PIB, el absentismo por incapacidad temporal, especialmente en fechas clave como la Navidad, se perfila como uno de los principales desafíos de salud pública y organización del trabajo en los próximos años. 



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