Por Andrea Martín
13 de enero de 2025El próximo 27 de enero concluye el proceso de licitación para la renovación del convenio de cobertura sanitaria que beneficia a un millón y medio de funcionarios y sus familiares afiliados a Muface. Sin embargo, crece la preocupación por la continuidad de la asistencia médica para este colectivo, que históricamente ha optado mayoritariamente por la sanidad privada.
La Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE), que representa a hospitales y clínicas privadas implicados en la atención de estos pacientes, ha manifestado su inquietud ante las negociaciones entre el Gobierno y las aseguradoras, de las cuales están excluidos como parte activa. ASPE recalca que, pese a no participar directamente en las conversaciones, son los que mejor conocen las necesidades asistenciales de los mutualistas. Por ello, hacen un llamado a todos los agentes involucrados para priorizar la salud y el bienestar de los pacientes por encima de cualquier otra consideración. “Es un momento delicado para la provisión sanitaria que requiere responsabilidad y compromiso con la salud de los mutualistas”, aseguró Carlos Rus, presidente de ASPE. La organización ha insistido en la importancia de acordar una prima adecuada por mutualista que permita garantizar un cuadro médico completo y de calidad en todo el país.
ASPE ha señalado que operar con el déficit de financiación que ha caracterizado los últimos años no es sostenible, aunque reconocen que la licitación actual muestra un esfuerzo por revalorizar el modelo de mutualismo. Rus destacó la trayectoria exitosa del modelo de colaboración público-privada, subrayando su vigencia y los beneficios que ha ofrecido tanto al sistema sanitario como a los mutualistas.
Pese a las incertidumbres, ASPE asegura que los hospitales y clínicas privadas seguirán recibiendo a los pacientes mutualistas mediante aseguramiento ordinario o de forma directa, independientemente de las decisiones que tomen las aseguradoras. “La atención sanitaria de los pacientes debe ser la prioridad en todo momento. Nuestro compromiso es mantener las puertas abiertas y garantizar que los mutualistas sigan recibiendo la calidad asistencial que merecen”, concluyó Rus.
Este proceso de licitación pone a prueba un modelo sanitario consolidado durante décadas, y los próximos días serán decisivos para el futuro de la atención médica de este colectivo.