Por Pedro Martínez
13 de marzo de 2025El té verde es una infusión bastante habitual en los hogares españoles pero sus beneficios van más allá de facilitar la digestión o rellenar los ratos de sobremesa. Un estudio de la Universidad de Basilea en Suiza ha demostrado que el consumo diario durante un año de esta infusión mejora diferentes aspectos de la función cerebral como la memoria o la atención.
Esta infusión, que se realiza a partir de las hojas de la Camellia sinensis (planta originaria del sur de China), aunque parezca contradictorio, posee una importante concentración de cafeína, que es un potente antioxidante. Este componente convierte a la bebida en un protector de las células cerebrales contra el daño oxidativo, además de aumentar la producción de dopamina noradrenalina (importantes neurotransmisores) y la estimulación del sistema nervioso central.
Asimismo, el té verde posee otros antioxidantes que contribuyen significativamente a la función cerebral como son los flavonoides, catequinas y los polifenoles. Estos tres antioxidantes también actúan como protectores ante radicales libres (un tipo de moléculas que se generan tras el metabolismo de las células y que, al acumularse en gran medida, puede aumentar el riesgo de cáncer y otras enfermedades), lo que convertiría el consumo habitual de té en una interesante opción para la prevención del cáncer.
La popular bebida también contiene en su composición la L-teanina, un aminoácido que posee diferentes propiedades relacionadas con el estado de ánimo, enfoque y reducción del estrés. Al igual que la cafeína, es capaz de aumentar la producción de dopamina e incrementar la velocidad de las ondas cerebrales, lo que mejora la función cerebral y la respuesta cognitiva.