8-8-8, la clave de tu salud

¿Existe una manera correcta de dividir las 24 horas del día? Muchos expertos de la psicología creen que sí y defienden lo que se conoce como la regla del 8-8-8, o lo que es lo mismo, ocho horas para trabajar, ocho horas para el ocio y ocho horas para dormir. Seguir este planning diario permitiría mejorar la autoestima, la productividad y segmentar de manera más eficaz la energía diaria.

Psicólogos como Sara Navarrete, han dedicado parte de su carrera al estudio y difusión de este estilo de vida ya que, como cuenta en la web de su centro de psicología ubicado en Valencia, “cumplir con tus propios objetivos de forma ordenada y saludable, es lo que te va a hacer sentir feliz y a gusto contigo mismo”. 

A lo largo del día tenemos momentos de mayor productividad, en los que nos encontramos más concentrados y hábiles, y es en ese tiempo cuando habría que dedicar las ocho horas al trabajo. “Son períodos de tiempo que suelen repetirse cada día y en los que nos encontramos con más energía para abordar los temas más complicados en el trabajo o que requieren más concentración por nuestra parte”, explica la psicóloga. En gran medida, el trabajo aporta satisfacción y el sentimiento de ser útiles, aunque siempre hay momentos en los que esa productividad baja y es ahí cuando habría que realizar las tareas menos laboriosas y mecánicas. Eso sí, no habría que pasarse ni un minuto, ya que esto podría conllevar a sufrir agotamiento físico y mental. Además, la Fundación del Corazón dice que trabajar más de 40 horas semanales perjudica la salud cardiovascular. 

Por otro lado, al terminar la jornada laboral es indispensable desconectar al 100% y dedicar tiempo a otras cosas, “buscando siempre actividades que te aporten satisfacción y bienestar en otras facetas de tu vida”, añade Navarrete. Es aquí cuando en las ocho horas dedicadas al ocio hay que realizar actividades como escuchar música, quedar con las amistades o practicar deporte, que ayudan a disminuir el estrés y a mejorar la confianza en uno mismo. 

Por último, nos quedan las ocho horas de sueño necesarias para la estabilidad física y emocional. “Sin ellas, el resto no sería posible. A veces, aparecen etapas en nuestra vida en las que queremos hacer tantas cosas, que el hecho de dormir nos parece una pérdida de tiempo, pero nada más lejos de la realidad. El sueño es vital”, recalca la psicóloga. De hecho, no dormir lo suficiente puede tener graves consecuencias para la salud como enfermedades del riñón, ansiedad o accidentes cerebrovasculares. Para conseguir dormir adecuadamente la psicóloga recomienda:

• Cenar al menos una hora antes de irse a la cama.
• No tomar café ni estimulantes por la tarde.
• Tomar un baño antes de acostarse.
• Leer durante 15 o 20 minutos antes de apagar la luz.
• Evita ver películas hasta tarde si se debe madrugar.
• Dejar de utilizar el móvil al menos una hora antes.

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