La "ansiedad matemática" no es un trastorno ¿es necesaria la enseñanza "socioafectiva"?

El último informe PISA (Programme for International Student Assessment), que evalúa de forma sistemática los conocimientos de los alumnos al finalizar su Educación Secundaria Obligatoria en más de 80 países, revelaba los peores resultados de la historia de España en matemáticas. Según los datos de este informe, un 37% de los alumnos encuestados alegaron sufrir ansiedad frente a esta asignatura. 

La denominada ansiedad por matemáticas no está recogida como trastorno por el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), elaborado por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (APA, por sus siglas en inglés), una de las publicaciones de referencia para los trastornos mentales. Sin embargo, este término se utiliza para definir una serie de síntomas que se observan con frecuencia en el alumnado a la hora de enfrentarse a problemas matemáticos como tensión, preocupación, inquietud, irritabilidad, confusión, miedo o bloqueo mental.

“Una cosa es un síndrome, un síntoma y un trastorno. Si realmente es un trastorno por ansiedad habría que catalogarlo como tal, habría que ver qué subtipo de trastorno de ansiedad es”, explica Elena Daprá, psicóloga sanitaria y experta en bienestar personal. En este sentido, aclara que bien podría tratarse de un síndrome o un síntoma, pero no se puede catalogar como trastorno.

La profesora de la Universidad de Barcelona, Maria Isabel Núñez Peña, define esta “ansiedad matemática” en un artículo del grupo de investigación en Neurociencia Cognitiva que publica la Fundación Bofill, como “una reacción emocional caracterizada por sentimientos de miedo, tensión y aprensión en situaciones que implican el razonamiento matemático, tanto académicas como en la vida cotidiana”. 

Incentivos por aplicar la perspectiva “socioafectiva” y reducción de ratios

Para hacer frente estos sentimientos negativos y de angustia que despiertan el aprendizaje de las matemáticas para muchos alumnos, desde el Gobierno proponen ofrecer complementos salariales a los profesores que apliquen los enfoques recogidos en la Lomloe, como la enseñanza “socioafectiva” de las matemáticas, según desvela el diario El Mundo. La propuesta también plantea reducir las ratios de alumnos en clases de matemáticas o desdoblarlas, en función de la situación de cada centro educativo.

Unas medidas aún en estudio que, aseguran desde el gobierno, tendrán que ser consultadas con las Comunidades Autónomas, que son las que tienen delegadas las competencias de educación, y con el profesorado. El objetivo es “incentivar el cambio metodológico en la enseñanza” de esta asignatura, según explican las fuentes del Ministerio de Educación a el diario el Mundo. Así buscan reducir los niveles de ansiedad que genera la enseñanza de las matemáticas para muchos alumnos. Esto pasa por una enseñanza más amena y cercana a la vida cotidiana de los estudiantes.

Medicina Responsable ha tenido acceso a una pregunta para los alumnos presente en un libro de matemáticas que ilustra cómo se traduce este enfoque “socioafectivo” en la enseñanza de las matemáticas.

Para Carlos Oto, director de la academia de clases particulares Nuevo Futuro, con casi 30 años de experiencia enseñando matemáticas, el enfoque socioafectivo de las matemáticas está “muy equivocado”, ya que no ataja “el problema real” de la enseñanza de esta asignatura. Para Oto, el estudio actualmente “se basa en aprenderse ejercicios de memoria para aprobar un examen, como si fuera historia. Aprenden unos ejercicios tipo y de ahí no salen. No saben resolver los procesos”.  Este es el factor principal que, para el docente, explica los pobres resultados de los alumnos españoles en matemáticas cuando se enfrentan a las pruebas del informe PISA. 

“Da la impresión de que quienes hacen las leyes no ven la importancia real de las matemáticas”, comenta Oto. En este sentido, destaca que se debería priorizar el aprendizaje de los procesos matemáticos y dejar la gestión de los sentimientos para otras asignaturas.  “El tema de los sentimientos está claro que es algo importante. Pero creo que cada asignatura tiene su lugar”. 

Por ello, considera que el enfoque de las matemáticas debería orientarse a que los alumnos “comprendan de verdad” los procesos matemáticos y sepan enfrentarse a ejercicios que no han visto antes. El docente vaticina que, siguiendo esta línea educativa, los resultados que obtienen los estudiantes españoles, “irán a peor”.

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