Por Juan García
7 de enero de 2025En materia de recomendaciones sanitarias, la figura del cirujano general es la máxima autoridad en EE.UU. Su papel es la elaboración de determinados avisos y recomendaciones para llamar atención ante “problemas urgentes de salud pública” o “desafíos de salud que requieren la conciencia” colectiva de los ciudadanos. La última de estas recomendaciones ha llegado con un informe en el que apuesta por que las bebidas alcohólicas incluyan en el etiquetado advertencias sobre el riesgo de padecer cáncer que provoca su consumo.
El cirujano general, Vivek Murthy, se basa en la evidencia científica sobre esta relación para justificar la medida. Entre los datos que aporta, destaca que el alcohol es la tercera causa prevenible de cáncer en EE.UU. y que contribuye a unos 100.000 casos y 20.000 muertes cada año. Por estos motivos, pide que se haga con el alcohol algo similar a lo que ya se hace con las cajetillas de tabaco, incluyendo mensajes que adviertan sobre los riesgos de su consumo. En cualquier caso, se trata de una recomendación no vinculante y le correspondería al Congreso de ese país actuar al respecto.
Otra de las advertencias que realiza el informe de Murthy tiene que ver con el grado de conocimiento que tienen los estadounidenses sobre la relación entre cáncer y alcohol. Según los datos recopilados en el informe, solo el 45% de ellos está al tanto de esta correlación.
El alcohol puede estar detrás de hasta siete tipos de cáncer: hígado, boca, garganta, laringe, esófago, mama y colon. El informe también detalla cómo actúa esta sustancia sobre el organismo para terminar produciendo cáncer. En primer lugar, el alcohol se descompone en acetaldehído, un metabolito que causa cáncer al unirse al ADN y dañarlo. Cuando se produce este daño sobre el material genético, una célula puede comenzar a crecer sin control y crear un tumor canceroso.
En segundo lugar, el alcohol genera especies reactivas de oxígeno, que aumentan inflamación y puede dañar el ADN, las proteínas y los lípidos del cuerpo a través de la oxidación. Además, el alcohol altera los niveles hormonales (incluido el estrógeno), lo que puede influir en el desarrollo de cáncer de mama. Finalmente, el alcohol también puede facilitar la absorción de otros agentes cancerígenos, como las partículas del humo del tabaco, que pueden disolverse en alcohol facilitando su absorción.
A través de su perfil en redes sociales, Murthy ha publicado un mensaje en el que señala que “el riesgo de cáncer aumenta a medida que se bebe más alcohol. A la hora de decidir cuánto beber, tenga en cuenta que menos es mejor en lo que respecta al riesgo de cáncer”.