Solo un 24% de las mujeres españolas consigue mantener la lactancia materna hasta los seis meses

La leche materna es, según los expertos, la mejor opción para alimentar a los recién nacidos. Tal es así que organismos como la Organización Mundial de la salud (OMS) y UNICEF recomiendan que los recién nacidos se alimenten exclusivamente de leche materna hasta los seis meses y, después, introducir alimentos complementarios mientras se continúa con lactancia materna hasta los dos años o más.

En ese primer año, el niño duplica su altura, multiplica por cinco su peso y su cerebro crece un gramo por día. Por eso es tan importante la alimentación en esta etapa. Sin embargo, menos de la mitad de los lactantes reciben leche materna durante sus primeros meses.

En España, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de lactancia materna hasta los seis meses es del 24,25%, mientras que la tasa de alimentación con leche de fórmula alcanza el 60,92%, siendo la mixta (materna y de fórmula) del 14,83%.

Desde la Asociación Española de Pediatría (AEP) señalan que “la leche materna es el mejor alimento para el lactante durante los primeros meses de vida” debido a que cubre las necesidades nutricionales para “su adecuado crecimiento y desarrollo físico”. Además, de acuerdo con diferentes organismos e instituciones como la OMS, está comprobado científicamente que la lactancia materna también tiene beneficios para la madre, pues contempla un menor riesgo de padecer enfermedades como la diabetes tipo 2, cáncer de ovario y mama, osteoporosis y obesidad, entre otras. Sin embargo, esta práctica no es posible para todas las madres por culpa de diversos factores.

La doctora Raquel Velasco, pediatra e IBCLC en Centro Creciendo Alicante, en conversación con Medicina Responsable, señala que, “aunque hay más de un 80% de mujeres que manifiestan su deseo de dar el pecho a sus bebés, muchas de ellas abandonan la lactancia materna antes de lo que les gustaría”. Actualmente, a pesar de que “no hay registros fiables y actualizados sobre la prevalencia de la lactancia materna en España, las cifras a los seis meses son bajas, menores del 40%”.

Este abandono sucede por culpa de una ausencia de información y “falta de apoyo a la lactancia a nivel social y familiar por parte de los profesionales sanitarios y de políticas sociales destinadas a favorecer este tipo de lactancia y la conciliación laboral”, apunta la doctora Velasco.

A la hora de abordar temas como los riesgos para el bebé de recibir leche materna o no, la especialista expone que “no es sensato basar la promoción de la lactancia materna en hablar de sus beneficios ni mucho menos de los riesgos de no amamantar porque no todas las mujeres están en igualdad de condiciones”, al igual que “no es justo hablar de lo mejor para el bebé cuando hay mujeres que quieren amamantar, pero no pueden”. No todas las mujeres tienen acceso a una información adecuada o una preparación a la lactancia deseable. Por ello, recalca que “hay muchas mujeres a las que les gustaría dar el pecho, pero no lo consiguen, no durante tanto tiempo como les gustaría por motivos ajenos a su voluntad”.

Aun así, la especialista Velasco insiste en que se debería promover este tipo de lactancia y “favorecerla para que pudiese durar tanto como la madre y el bebé deseen”. Sin embargo, no hay que hacerlo “desde el punto de vista de los beneficios porque puede ser muy culpabilizador para las madres” que no pueden amamantar a sus hijos por razones ajenas a su voluntad. “No es ético que a nivel institucional se hable de la superioridad de la leche materna cuando no se dispone de una estructura sanitaria ni social adecuada para acompañarla”, añade. “Creo que los esfuerzos se deberían centrar en promover medidas que impulsen la formación de profesionales en lactancia, que se favorezca la conciliación y el apoyo a las madres lactantes. Cuanto esto se consiga, entonces podremos hablar de beneficios”.

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