Por Julia Porras
7 de julio de 2022En el marco del día Internacional del chocolate, que se celebra hoy para conmemorar al autor de la mítica historia "Charlie y la fábrica de chocolate", recordamos que es uno de los alimentados más consumidos del mundo y que tiene muchas propiedades y no todas son malas.
Su origen: el cacao
El cacao es un producto
alimenticio de origen vegetal. Nace del cacaotero, un árbol tropical amazónico
que se lleva cosechando miles de años. De hecho, los primeros rastros de
semillas de cacao datan de hace 2.600 años. Su fruto es la mazorca o vaina de
cacao y dentro de ellas suele haber entre 30 o 50 habas que tostadas, peladas y
molidas, dan origen a la llamada pasta de cacao.
Esa haba encierra en su interior más de 300 compuestos diferentes. Los principales son la manteca de cacao, donde predominan las grasas saturadas; los minerales, entre los que destacan el potasio, el magnesio, el hierro y el zinc; teobromina y la cafeína. Además, contiene triptófano, que ayuda a producir melatonina y serotonina, afirma Víctor Valverde, dietista y nutricionista, especialista en alimentación, nutrición y metabolismo.
Pero los componentes más importantes del cacao son los llamados compuestos polifenólicos, que engloban multitud de elementos entre ellos los flavonoides. Éstos, “ejercen efectos beneficiosos para la salud humana. Efectos que van desde mejorar la salud, prevenir enfermedades, capacidades antiinflamatorias, protectoras y antioxidantes”, afirma Valverde.
El chocolate
El ingrediente básico del chocolate que comemos
normalmente es el cacao, que es muy energético porque tiene grasas. “El
problema del cacao, cuando no está procesado, es que su sabor original es muy
amargo, causado por los polifenoles, por tanto, se han desarrollado técnicas
para procesar el alimento y eliminar ese amargor, pero al hacerlo se reduce
hasta 10 veces el contenido de polifenoles, por lo que se disminuyen parte de sus
beneficios”, asegura Valverde.
Este es el caso de los chocolates más procesados como
el chocolate con leche o el blanco, que suelen llevar más azúcar. “Es recomendable, si se puede, tomar siempre chocolate en su forma original es decir, negro, con una pureza lo más cercano al cacao
original. Porque cuanto menos procesado, más conserva sus propiedades
beneficiosas”, afirma Valverde.
Consumo moderado
El chocolate, por sus propiedades organolécticas,
es decir propiedades como el sabor, la textura, el olor o el gusto, induce a
una sensación de placer al comerlo, y tiene nutrientes y beneficios, pero hay
que limitar su consumo por su contenido graso. Sin embargo, “si lo comemos en
el marco de una buena alimentación variada y mantenemos una actividad física
moderada, es factible introducirlo en nuestra dieta diaria en cantidades
moderadas”, concluye Valverde.