Por Pedro Martínez
20 de febrero de 2025La disfunción eréctil y la enfermedad de Peyronie son enfermedades que, desde hace unos años, han comenzado a ser tratadas mediante dos terapias regenerativas diferentes: ondas de choque y plasma rico en plaquetas(PRP). Pero, según una encuesta publicada en The Journal of Medicine, la efectividad de estas terapias no es real. De los casi 600 especialistas encuestados, solo el 24% ofrece en sus clínicas terapia de ondas de choque, mientras que únicamente el 7% aplica PRP en sus pacientes.
La disfunción eréctil es una enfermedad sexual masculina caracterizada por la imposibilidad de lograr y mantener una erección suficiente como para tener una relación sexual. Por su parte, la enfermedad de Peyronie, es una patología en la que, en la parte más interna de la piel del pene, se forma un tejido cicatricial fibroso que deriva en erecciones dolorosas reconocibles por una exagerada curvatura en el pene.
Esta encuesta se suma a una serie de alertas emitidas por diferentes sociedades médicas, como la Sociedad de Medicina Sexual de América del Norte, que llevaba un tiempo advirtiendo sobre el poco respaldo científico con el que cuentan estas terapias y recomendando reducir su uso, exclusivamente, a ensayos clínicos.
El estado de precariedad de estos tratamientos se observa también en los profesionales que sí deciden aplicar estas terapias en sus clínicas. Estos especialistas, durante los meses de tratamiento, deciden hacer recopilaciones de datos y resultados a modo de ‘‘ensayo clínico’’.
Cómo son estos tratamientos
Las ondas de choque y el PRP para la disfunción eréctil y la enfermedad de Peyronié son unas terapias que, en España, se ofrecen únicamente en clínicas privadas y no en todas. El tratamiento por ondas de choque es una terapia que normalmente se realiza para la destrucción de cálculos urinarios, pero la capacidad para formar nuevos vasos sanguíneos ha hecho que se aplique también en pacientes con impotencia. Por su parte, el PRP es un material biológico que se crea a partir del centrifugado de la sangre del propio paciente, proceso en el que se extraen las plaquetas del resto del plasma para inyectarlas en el tejido del pene.
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