Por Pedro Martínez
27 de agosto de 2025Con el avance de la tecnología, el realizar llamadas para hablar con alguien o el acercarse un momento “para hablar las cosas” ha ido quedando poco a poco relevado a un segundo plano. En su lugar, las aplicaciones de mensajería instantánea han ido ganando terreno hasta convertirse en el modelo de conversación indirecta más practicado en la mayoría del planeta. El avance hacia la mensajería online supone la aparición de nuevos problemas con los que, tanto usuarios como profesionales de la salud, deben combatir.
El “dry texting” es el último de estos problemas en la red y hace referencia a tener conversaciones en las que una de las dos partes únicamente ofrece respuestas monosilábicas, cortantes, frases escuetas o el uso de emojis; lo que genera una importante sensación de negatividad en el receptor.
Un estudio del Colegio Oficial de Psicología de Santa Cruz de Tenerife explica que esta práctica muestra indiferencia, incomodidad o desinterés, lo que en el receptor genera una sensación de ansiedad, desconexión emocional incluso un importante sentimiento de rechazo que podría hacer que la conversación finalice. Para muchos especialistas, este tipo de prácticas debería considerarse como una conducta pasivo-agresiva debido al fuerte impacto que ya ha demostrado tener en la persona que la recibe. El “dry texting” genera malentendidos que dañan profundamente las relaciones y afectan notablemente a la autoestima.
Esta conducta pone de manifiesto la necesidad de investigar más sobre cómo nos comunicamos mediante las nuevas tecnologías y las consecuencias, tanto positivas como negativas que éstas puedan tener sobre las relaciones.
A pesar del impacto sobre la salud emocional que ha demostrado tener el “dry texting”, es necesario diferenciar correctamente los contextos y las personas a las que se dirige una conversación a través de estos canales. En un ámbito de amistad o romántico es preferible que se eviten estos “mensajes secos”, mientras que si la conversación está relacionada con el ámbito laboral o de todo aquello que se aleje de las relaciones personales en las que realmente exista un sentimiento de afecto mutuo, el tono debería ser cordial, apropiado y no tan desenfadado.