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Cibercondría, el autodiagnóstico que aumenta la ansiedad de los hipocondríacos

Según un estudio de Aegon, el 43% de los españoles recurre a internet para buscar una posible enfermedad que encaje con los síntomas que experimenten en ese momento

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Cibercondría, el autodiagnóstico que aumenta la ansiedad de los hipocondríacos
Pixabay

Por Pedro Martínez

29 de enero de 2025

Internet se ha convertido en un aliado indispensable para la búsqueda de información, pero, cuando esa búsqueda está relacionada con la información sanitaria, esta herramienta puede volverse en contra del paciente.

Es muy habitual ‘‘preguntarle’’ a internet que enfermedad tenemos simplemente describiendo los síntomas y, en la mayoría de las ocasiones, el paciente encuentra unos resultados más alarmistas de lo que realmente está experimentando su cuerpo. Según el IV Estudio de Salud y Estilo de Vida de Aegon, el 43% de los españoles recurre a internet para buscar una posible enfermedad que se ajustase a sus síntomas sin pasar previamente por la consulta de un profesional. Si estas búsquedas se convierten en un hábito, es posible desarrollar un trastorno mental conocido como cibercondría, derivado de la hipocondría.

La hipocondría es un trastorno causado por el sentimiento de preocupación y miedo excesivos del paciente ante la posibilidad de padecer cualquier enfermedad y, dentro de la hipocondría, se encuentra la cibercondría, definida como el uso de internet para obtener cualquier información o despejar cualquier duda sobre nuestra salud. El peligro de esta práctica es que el paciente tiende a autodiagnosticarse a través de la interpretación de sus síntomas con la información encontrada en la red, lo que genera importantes cuadros de ansiedad en pacientes que, de por sí, consideran que su estado de salud es peor del que es. Es más, pero que, cuando leen ciertos diagnósticos alarmistas en internet, derivan en severos cuadros de ansiedad.

Perfil de los cibercondríacos 

Las personas que más tienden a este tipo de prácticas son las mujeres jóvenes, de entre 15 y 20 años y entre 26 y 40 años. Además, a este primer perfil se suman las personas sin hijos y aquellas que tienden a automedicarse.

En cuanto a las zonas dónde se dan más estas prácticas, las Islas Baleares, Murcia y Canarias lideran el ranking de comunidades con un mayor número de personas que padecen este trastorno. En el extremo opuesto están Madrid y Castilla y León, comunidades que menos recurren a internet para conocer el origen de sus síntomas.

Consecuencias

En las personas con cibercondría destaca la especial obsesión por el conocimiento de su estado de salud, buscando información sobre sus síntomas entre una hora y tres al día, lo que acaba generando ansiedad y modificando sus rutinas. Estos pacientes no contrastan o dudan sobre la información encontrada en internet, considerándola siempre precisa y veraz, lo que les hace experimentar más miedo debido a la interpretación catastrófica que hacen de esta información.

Como última consecuencia, este trastorno conlleva la desconfianza en los profesionales de la salud, ya que el paciente llega a creer que la información de internet es más fiable que la recibida en consulta por parte de un profesional. En estas situaciones, el paciente acude a consulta esperando que el médico confirme el diagnóstico que el enfermo cree padecer; siendo posible, en caso de que el médico no lo haga, que el cibercondríaco considere que el profesional les está mintiendo, llegando, incluso, a automedicarse con medicamentos contraindicados para su patología.

Gestión de la cibercondría

Las soluciones a este problema van por tres vías. En primer lugar, es aconsejable desconectar de la red conociendo el poder desinformador que posee internet en muchas ocasiones. Si el paciente considera urgente recurrir a internet para conocer el origen de sus síntomas, es necesario que lo haga en sitios web fiables, como medios especializados, blogs de profesionales colegiados o webs de instituciones médicas, evitando siempre, entrar en páginas que no tengan una finalidad específicamente médica. Finalmente es aconsejable mantener un contacto con los profesionales sanitarios, lo cual favorecerá acabar con el miedo a las enfermedades y el paciente tendrá un apoyo para superar la enfermedad en cuestión, a diferencia de la falta de acompañamiento que conlleva realizar un autodiagnóstico por la red sin llegar a acudir a consulta.



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