Por Pedro Gargantilla, director médico de Medicina Responsable
19 de noviembre de 2024Nuestras neuronas trabajan interconectadas formando una compleja red en la que existen pequeñas brechas llamadas sinapsis. Cuando una neurona recibe una señal eléctrica libera una sustancia química (neurotransmisor) que es liberada a la sinapsis, siendo capaz de activar a otras neuronas vecinas.
Los pensamientos, aunque esta teoría no está totalmente aceptada, se originan a través de un fenómeno conocido como reentrada, esto es, una retroalimentación de señales eléctricas entre diferentes zonas cerebrales.
Vayamos con un ejemplo para que se pueda entender mejor. Cuando nosotros vemos una naranja la información llega al área cerebral encargada de la visión, desde donde se transmite información a otras regiones cerebrales, en las cuales se procesa, por ejemplo, el color, el sabor y la forma de la naranja. El resultado final es que se genera un pensamiento: “me gusta como saben las naranjas”.
Además de este proceso se produce una asociación de ideas, en el caso de la naranja, lo podemos relacionar con una frutería, una huerta familiar, un lugar en el que recordamos haber comido naranjas especialmente dulces… El resultado en un pensamiento mucho más complejo: “me gusta comer las naranjas de la huerta de mi tío”.