Por Medicina Responsable
17 de junio de 2025Un estudio de la Gasol Foundation, realizado entre 2022 y 2025, ha detectado un aumento de 11,33 horas semanales en el uso de pantallas entre la población infantil y adolescente española respecto a datos del periodo 2019-2020.
Esta es una de las conclusiones del Estudio Longitudinal Pasos 2022-2025, presentado este lunes por Pau Gasol en Sant Boi de Llobregat (Barcelona), que ha realizado un seguimiento de varias variables de salud en 701 niños (de 8 y 16 años cuando se recogieron sus datos en 2019 y 2020) y que ha durado, de media, 3,58 años. El trabajo constituye el primer seguimiento longitudinal de la población del estudio representativo observacional transversal "Pasos 1ª edición (2019-2020)", al que se pretende seguir dando continuidad durante los próximos años.
El uso de pantallas los fines de semana ha pasado de una media de 254,78 minutos diarios a 346,3 (+91,51 minutos), mientras que entre semana ha incrementado de 138,07 a 237,38 (+99,32 minutos), lo que significa que, anualmente, la población de seguimiento dedica 25 días completos más cada año a pantallas que la población basal.
Los fines de semana, el 24,8% de la población basal cumplía con la recomendación de 2 horas diarias dedicadas a pantallas, mientras en el grupo de seguimiento la cifra era del 4,5%, una reducción de 20,3 puntos; y entre semana, la diferencia es más pronunciada: en el grupo basal era del 56,3% y en el de seguimiento era del 20,6%.
Respecto a las horas de sueño, el porcentaje de participantes que cumplía con las recomendaciones ha pasado del 64,6% al 61,8% (-2,8 puntos) en las noches entre semana, mientras que en fines de semana la cifra baja del 53% al 34,9% (-18,1 puntos).
En los 3,58 años de seguimiento, los participantes del estudio disminuyeron su práctica de actividad física moderada o vigorosa (MVPA) de forma "sustancial", suponiendo una pérdida promedio de más de 9 horas al mes (18 minutos diarios): mientras que la población basal dedicaba 135,26 minutos semanales a la MVP, la cifra ha bajado a 117,25 en el primer seguimiento.
Asimismo, los participantes redujeron su nivel de adherencia a la dieta mediterránea en más de medio punto en la escala KidMed (de 16 puntos), pasando de un 7,13 al 6,57 sobre 10; a nivel basal, el 46,1% tenía un nivel alto de adherencia, mientras que en este seguimiento se registró un descenso hasta el 35,3%. Además, entre el momento basal y el primer seguimiento, el porcentaje de población que declara sentirse preocupada, triste o infeliz aumenta en 17,3 puntos, situándose en un 35,6% (frente al 18,3% de la población basal).
El estudio ha cruzado las variables de alimentación saludable con según si se reduce, mantiene o aumenta el coeficiente cintura/talla, es decir, el coeficiente de circunferencia de la cintura respecto a la altura.
En la población que presentó un incremento en dicho coeficiente, respecto a aquella que lo redujo, la actividad física diaria era 7 minutos menor, la adherencia a la dieta mediterránea era 0,83 puntos menor y la diferencia acumulada de minutos dedicados a pantalla era de +117 minutos a la semana.
El acto ha contado con la ministra de Sanidad, Mónica García, que ha descrito la obesidad como una "punta del iceberg" que esconde las desigualdades e inequidades sociales y las preocupaciones de las familias vulnerables, y ha abogado por un enfoque integral de la obesidad que tenga en cuenta factores socioeconómicos.
Ha apuntado a los determinantes sociales de la salud y a mejorar las condiciones materiales de las familias para luchar contra la obesidad, así como que los colegios actúen como centros sociales y ofrezcan actividad física y formación en alimentación saludable.
Por su parte, Pau Gasol, en nombre de la fundación, ha pedido modificar el enfoque social de la obesidad, pasando de una visión pesocentrista o individualista a entenderla como un problema integral, holístico y de salud pública, así como seguir impulsando el Plan Estratégico Nacional de Reducción de la Obesidad Infantil (Penroi).
También ha defendido la prevención y la promoción de estilos de vida saludable, la mejora de la vigilancia epidemiológica de la obesidad infantil y la incorporación del coeficiente cintura/talla, y ha abogado por sensibilizar sobre el impacto psicológico y el estigma que acarrea la obesidad infantil.