Llegan los negacionistas de la miopía: una influencer afirma que las gafas no son necesarias

En el año 2000, un 22,9% de la población sufría miopía y en solo 20 años, es decir, en 2020 esa cifra se incrementó hasta el 28,3%, según datos del Instituto Internacional de la Miopía. Si tenemos en cuenta que los últimos datos de Naciones Unidas muestran que la población mundial es de 8.000 millones, hablamos de que más de 2.000 millones de personas padecen este problema de visión. A pesar de estas cifras, hay personas que prefieren no creer en ello, como la influencer canadiense Samantha Lotus, que se ha vuelto viral al difundir mensajes “anti-gafas”. 

Hace unos días publicó en su perfil de Instagram un vídeo donde afirmaba que ni las gafas, ni las lentillas, ni las operaciones de la vista eran necesarias para poder ver bien. “Hay una cosa que tu óptico no quiere que sepas”, comenzaba diciendo la influencer, quien seguía su discurso asegurando que “no necesitas gafas. Es posible que te hayan dicho que necesitas gafas, pero te estaban mintiendo”. Lotus, quien ha borrado la publicación de sus redes, declaraba que hay “razones mentales, emocionales, físicas e incluso espirituales que te impiden ver bien. Te aseguro que todo puede ser curado”. Todo ello para vender uno de sus cursos, ya que esta influencer se denomina a sí misma como coaching holística. 

Este tipo de discursos en redes sociales, por parte de personas con miles de seguidores, son muy peligrosos y los expertos insisten en la importancia de realizarse revisiones oftalmológicas. De acuerdo con la oftalmóloga Gloria Olavarri, de la Clínica Baviera Barcelona, “cuando tenemos un problema de graduación, la nitidez y la claridad con la que se ven las imágenes se ve afectada, haciendo que debamos hacer un sobreesfuerzo para compensar esta situación.  Es muy importante realizar revisiones rutinarias para verificar que no existe ningún problema con nuestra graduación, ya que a veces no somos conscientes de si nuestra visión es la adecuada o desconocemos si nuestras gafas o lentillas están correctamente graduadas”.

Los problemas que puede generar tener un defecto visual no tratado pueden derivar en problemas más graves. “Si una persona tiene miopía, hipermetropía, astigmatismo o presbicia, y la graduación de las gafas o las lentillas es inferior a la que necesita o no usa ningún método de corrección, se pueden generar otros problemas como dolor de cabeza, mareos, lagrimeo, enrojecimiento o fatiga visual dando como consecuencia dificultades en el trabajo y el colegio afectando al rendimiento laboral y académico”, explica la oftalmóloga. Además, en los primeros años de vida esta situación podría generar problemas más graves como la ambliopía, más conocido como ojo vago. Se trata de la disminución de la capacidad visual, de uno o de ambos ojos, por falta de uso durante el período de aprendizaje visual. Es una patología que se origina en la infancia, y que si no se diagnostica y trata a tiempo persistirá durante la edad adulta. 

No caer en falsas informaciones 

Es importante recordar que no todo lo que se ve en redes sociales es cierto, sobre todo, a la población más joven y a los más mayores. Según la doctora Olavarri, “para evitar creer y compartir informaciones falsas, sobre todo cuando se trata de temas médicos, es necesario verificar de donde viene dicha información y contrastarla con fuentes confiables”. Asimismo, si se tiene la sospecha de que se está sufriendo algún problema médico, lo adecuado es acudir a profesionales de la salud. “En cuanto a los problemas visuales lo conveniente será acudir al oftalmólogo para poder realizar un estudio completo y así poder mantener una buena salud visual sin dejarnos influenciar por afirmaciones sin fundamento”, concluye. 

---