Por Lucía de Mingo
28 de junio de 2022Las herramientas de inteligencia artificial (IA) han adquirido peso en el diagnóstico y personalización del tratamiento contra el cáncer de mama. Actualmente se está comprobando su utilidad en la prevención y detección temprana del tumor, según ha quedado reflejado en la 15ª Revisión Anual GEICAM de Avances en Cáncer de Mama (RAGMA22), que celebra el Grupo GEICAM de Investigación en Cáncer de Mama el 28 y 29 de junio.
Una de las aportaciones más relevantes para este campo ha sido un nuevo modelo de evaluación del riesgo de cáncer de mama denominado MIRAI, desarrollado por el Instituto de Tecnología de Massachusetts. Éste analiza mamografías de los pacientes, las coteja con un histórico de cientos de miles de mamografías y predice el riesgo de desarrollar cáncer de mama hasta cinco años antes de que se presente la enfermedad.
Probado en ocho países, logra una importante precisión en la identificación de los pacientes con alto riesgo. “Este sistema permite identificar a los pacientes que se beneficiarán de exámenes de detección adicionales, lo que ayudará a la prevención y detección temprana de la enfermedad y a una personalización de estas pruebas de detección”, señala la doctora Regina Barzilay, especialista en inteligencia artificial en el Instituto de Tecnología de Massachusetts. No obstante, hace hincapié en que son necesarios más ensayos prospectivos para confirmar el beneficio de la identificación de cohortes de alto riesgo y establecer directrices basadas en MIRAI.
Para la doctora Barzilay, los modelos que ayuden a la interpretación de las mamografías de cribado serán los primeros en ser adoptados de forma generalizada, aunque uno de los retos que plantean es lograr una amplia adopción de este tipo de herramientas de IA en la práctica clínica. A más largo plazo, la experta prevé que “la IA jugará una función fundamental en la comprensión de los mecanismos de la enfermedad, la heterogeneidad de los tumores y su interacción con el sistema inmunitario. Paralelamente, los modelos de IA ya se emplearán en el diseño de medicamentos y su uso aumentará en los próximos años”.
Mamografías 3D
El equipo del doctor Mikael Eriksson, del departamento de Epidemiología Médica y Bioestadística del Instituto Karolinska, en Estocolmo, ha desarrollado un modelo para la detección del riesgo de cáncer de mama mediante tomosíntesis digital de mama, también conocida como mamografía 3-D. Esta herramienta utiliza inteligencia artificial para extraer información adicional sobre el riesgo de los pacientes basándose en una mamografía de cribado regular. A través del uso de rayos X obtiene cortes milimétricos desde múltiples ángulos para disponer de imágenes en 3D y poder realizar un examen más detallado de la mama.
“Si aparte de detección precoz, que es crucial, podemos empezar a hablar de predicción de riesgo, estamos avanzando y mucho”, afirma Ana Valderas, vocal de la Junta Directiva de la Federación Española de Cáncer de Mama (FECMA). José Enrique Alés, oncólogo del Complejo Asistencial de Ávila Hospital Nuestra Señora de Sonsoles, añade que los programas de cribado disponibles se estima que reducen la mortalidad entre un 20 y un 40% y con la aplicación de la IA estos resultados podrían mejorarse en un 10% más. Sin embargo, relata que “hay que tener en cuenta que mejorar el diagnóstico no siempre implica mejorar la supervivencia”.
Tanto la aparición de nuevas herramientas de predicción de riesgo basadas en la inteligencia artificial como el mejor conocimiento de los mecanismos moleculares del cáncer de mama podrían, a medio plazo, abrir un nuevo capítulo en la prevención farmacológica del cáncer de mama.