Por Pedro Martínez
24 de enero de 2025La compra por internet de tratamientos dentales como, blanqueamientos o alineadores, se ha convertido en una práctica muy habitual en los últimos años, especialmente con el crecimiento de las redes sociales y la aparición de ‘‘influencers’’, que han pasado a ser el elemento publicitario preferido de las empresas que ofertan estas terapias. Los tratamientos dentales que más se adquieren por internet son las férulas de descarga del bruxismo, los alineadores y los tratamientos de blanqueamiento dental, lo que supone un riesgo para la salud bucodental al no tener una supervisión constante y directa de un profesional sanitario.
‘‘El catálogo de riesgos que conlleva este tipo de práctica comienzan desde el momento en el que un paciente recibe un tratamiento sin haber realizado un diagnóstico adecuado previo ni un plan de tratamiento individualizado, lo que puede derivar en resultados insuficientes o incluso perjudiciales para la salud’’, tal y como asegura a Medicina Responsable el doctor Juan Carlos Pérez Varela, presidente de la Sociedad Española de Ortodoncia (SEdO).
Las férulas de descarga son dispositivos diseñados para colocarse sobre los dientes superiores y/o inferiores con el objetivo de proteger el esmalte y la estructura dental de la presión que generan los dientes antagónicos causados por el rechinamiento nocturno involuntario. Este tratamiento suele ser muy efectivo cuando se realiza bajo el control y la supervisión de una clínica, pero ‘‘el uso incorrecto de férulas de descarga sin un ajuste profesional puede agravar el bruxismo, en lugar de aliviarlo’’, asegura Pérez Varela.
Los alineadores invisibles son un tratamiento ortodóntico que consiste en la fabricación a medida de unas férulas trasparentes cuya función es enderezar la dentadura y cambiar la posición de aquellos dientes que estén en una mala posición. La popularidad de este tratamiento se debe a que, realizado y supervisado por un profesional, consigue los mismos resultados que la ortodoncia convencional (brackets) siendo menos doloroso y casi imperceptible a la vista.
Los alineadores se han convertido en uno de los productos estrella de las ‘‘clínicas’’ online cuyos ‘‘pacientes’’ no conocen el riesgo real al que se exponen. ‘‘Una alineación dental mal planificada puede generar inestabilidad oclusal, desgastes irregulares de los dientes, inflamación de las encías o, a largo plazo, la pérdida de dientes’’, manifiesta Pérez Varela.
La legislación en España estipula que no se pueden vender alineadores directamente al paciente sin pasar por una clínica y un profesional formado en la materia. A pesar de ello, los tratamientos dentales online están a la orden del día y desde organizaciones como SEdO reclaman que ‘‘las autoridades competentes realicen una labor de vigilancia y control, garantizando el cumplimiento de estas normativas’’.
Al comprar un tratamiento de blanqueamiento por internet, los clientes se encontrarán con un kit casero que promete la obtención de una blanca y reluciente sonrisa. Al realizar estos tratamientos en casa sin la evaluación y supervisión de un dentista colegiado ‘‘se corre el riesgo de exponer a los dientes y tejidos blandos a agentes químicos que, si no están debidamente dosificados y supervisados, pueden producir sensibilidad extrema, daños en el esmalte o quemaduras en las encías’’, explica el Pérez Varela.
Una de las causas por las que hay personas que adquieren estos tratamientos por internet es que en la población hay cierta conciencia de que la ortodoncia es una especie de medicina estética, lo que puede restar importancia a todos los tratamientos relacionados con esta rama de la medicina. La comodidad de recibir un producto en casa sin pasar por la consulta y la falta de información y concienciación acerca de la importancia real de estos tratamientos podrían ser otros factores que propician que las personas recurran a esta práctica. ‘‘La manera adecuada de afrontar cualquier procedimiento de ortodoncia es que esté diagnosticado, planificado y controlado por un odontólogo formado en la materia. Es fundamental llevar a cabo revisiones periódicas en la clínica, aunque, en algunos casos, podamos utilizar herramientas de Inteligencia Artificial para monitorizar la evolución y así reducir el número de visitas presenciales. De esta forma, se garantiza la seguridad, eficacia y la salud a largo plazo del paciente’’, concluye Pérez Varela.
Desde instituciones como la SEOC (Sociedad Española de Odontología Conservadora y Estética), llevan a cabo diferentes medidas con el objetivo de frenar estas prácticas tan peligrosas para la salud. Desde la esta institución aseguran estar abordando el tema desde tres puntos diferentes.
En primer lugar, la creación de campañas de concienciación con el objetivo de ‘‘informar al público de estos tratamientos y la importancia de la supervisión profesional en redes sociales y prensa’’, explican. Además, plantean emprender acciones legales en colaboración con los Colegios de Odontólogos y el Consejo de Dentistas para que estas prácticas ‘‘se denuncien a través de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) para regular y controlar la venta de estos productos online’’. Finalmente, desde la SEOC muestran sus esfuerzos por ‘‘animar a los odontólogos a que denuncien, en sus Colegios Profesionales, a las empresas que comercialicen estos productos sin las debidas autorizaciones y sin garantizar la seguridad del paciente’’.