Por Pedro Martínez
21 de febrero de 2025El aspartamo es un edulcorante químico bajo en calorías 200 veces más dulce que el azúcar. Desde la década de los 80, este compuesto ha sido muy usado, en pequeñas cantidades, como sustitutivo del azúcar en bebidas ‘‘cero’’, ‘‘light’’ y ‘‘dietéticas’’. A pesar de ello, un estudio publicado en la revista Cell Metabolism demuestra que este químico podría afectar a la salud vascular.
El estudio ha revelado que el aspartamo incrementa los niveles de insulina en roedores, este aumento favorece la aparición de aterosclerosis (acumulación de placa, compuesta de grasas colesterol y sustancias en las paredes de las arterias que pueden dificultar, e incluso bloquear, el flujo sanguíneo), una patología asociada a paradas cardíacas y accidentes cardiovasculares.
La investigación se realizó usando como modelo a varios ratones en un periodo de tres meses. Durante este tiempo los roedores recibieron raciones diarias de comida con un 0,15% de aspartamo, lo que en humanos equivale a tres latas diarias de refresco dietético. Al finalizar el estudio, los indicadores de riesgo vascular eran claros: los ratones que habían sido alimentados con aspartamo desarrollaron unas placas en las arterias con un gran contenido de grasa y una importante inflamación, síntomas ambos de la aterosclerosis.
Además, el estudio reveló que, por la alta concentración de dulzura que tiene el aspartamo, los receptores encargados de la liberación de la insulina (ubicados principalmente en la boca e intestinos) dispensan unas cantidades demasiado elevadas e innecesarias de insulina por todo el cuerpo.
A pesar de los reveladores resultados del estudio, algunos expertos apuntan a que hay que ‘‘coger con pinzas’’ los resultados. Tal y como explica Oliver Jones, profesor de Química en la Universidad RMIT en Melbourne (Australia) al Science Media Center, ‘‘si el aspartamo causara algún aumento en el riesgo cardiovascular (lo que este estudio no demuestra), ese riesgo probablemente sería muy pequeño en comparación con cosas como dietas altas en grasas y azúcares, falta de ejercicio, etc. En resumen, no creo que tengas que dejar tu Coca-Cola light todavía”.