Detectan un biomarcador que podría ayudar a identificar el riesgo de muerte súbita en bebés

Un conjunto de investigadores del Children`s Hospital at Westmead, en Sidney, han logrado identificar que la actividad de la enzima BChEera notablemente menor en aquellos bebés que fallecieron por muerte súbita. 

Gracias a este descubrimiento, la doctora Harrington, líder del estudio, ha afirmado que estamos ante el primer marcador que predice que un bebé es vulnerable antes de fallecer.  

Los bajos niveles de esta encima dificultan que el sistema nervioso autónomo del recién nacido sea capaz de controlar las funciones inconscientes e involuntarias de su cuerpo. “La disminución de la actividad de la butirilcolinerasa representa una disfunción colinérgica autonómica y, por lo tanto, una vulnerabilidad inherente de los bebés”, afirman los investigadores.

La identificación actual de cualquier tipo de vulnerabilidad previa a la muerte súbita sigue teniendo muchos obstáculos. A pesar de que durante mucho tiempo la disfunción autonómica ha sido uno de los candidatos para detectar la vulnerabilidad de los bebés, la incapacidad para extraer muestras post-mortem ha sido el talón de Aquiles de estas investigaciones.

Este hallazgo se ha logrado a través de la comparación de muestras sanguíneas procedentes de recién nacidos que habían fallecido por muerte súbita con muestras de niños fallecidos por otras causas y con las de bebés sanos. Así, se compararon los niveles de BChE en 26 bebés que finalmente fallecieron por muerte súbita, 41 que fallecieron por otras causas y 655 que sobrevivieron. 

No obstante, y según citan en el estudio, publicado en la revista The Lancet, “es necesario emprender con urgencia más trabajo de investigación en esta área”. Solo con más datos se podrá determinar si la actividad específica de BChE podría usarse potencialmente como un biomarcador para identificar y prevenir futuras muertes por SIDS.

A día de hoy, el síndrome de muerte súbita del lactante continúa siendo la principal causa de muerte infantil en los países occidentales. Por ello, todas las investigaciones que se lleven a cabo en este ámbito supondrán un gran avance para prevenir el fallecimiento inexplicable de estos bebés aparentemente sanos.