Por Andrea Rivero
11 de julio de 2022Los estafilococos son bacterias que se encuentran en el cuerpo humano desde el momento del nacimiento, se alojan en la piel y las mucosas y, normalmente, son unos inquilinos pacíficos. Pero, en ocasiones, provocan infecciones que pueden generar graves complicaciones. Por esto, desde hace años se están intentando desarrollar vacunas que luchen contra esta bacteria, pero hasta la fecha ninguna ha sido eficaz. Unos investigadores de la Universidad de San Diego han descubierto el motivo por el cual no funcionan.
La bacteria Staphylococcus aureus produce infecciones en la piel que causan abscesos dolorosos, pero en ocasiones, si estos microorganismos invaden el torrente sanguíneo pueden afectar a los pulmones, los huesos o el corazón. Por suerte existen tratamientos, normalmente antibióticos y drenaje de la zona infectada, aunque aquí entra el grave problema de la resistencia de las bacterias a los antibióticos. Investigadores de la Universidad de San Diego en California han descubierto el por qué ninguna vacuna contra el estafilococo era eficaz en humanos, la exposición previa al patógeno.
De acuerdo con el doctor Chih-Ming Tsai, autor principal del estudio, "las vacunas contra el estafilococo parecen tan fáciles de fabricar en ratones porque rara vez tienen la bacteria al S. aureus, pero los humanos están expuestos al estafilococo desde las primeras semanas de vida y, para poder coexistir, el estafilococo parece haber desarrollado muchas estrategias para hacer ineficaz nuestra respuesta inmunitaria”.
Los investigadores simularon uno de los ensayos fallidos de vacunas contra el estafilococo que tenía como objetivo la proteína IsdB, la cual utiliza el estafilococo para adquirir el hierro necesario para funcionar. Analizaron dos grupos de ratones, uno expuesto al Staphylococcus aureus y otro que no había tenido ninguna exposición, y seles administró la vacuna IsdB recombinante.
En los resultados vieron que en los ratones no expuestos la vacuna funcionó y generó anticuerpos que interrumpían las funciones bacterianas, mientras que en el otro grupo la vacuna solo actuó contra la parte no protegida de la proteína IsdB y dejó el resto del funcionamiento bacteriano sin alterar por lo que no tenía efectos. Por lo que concluyeron que la exposición previa a la bacteria anula la posible protección conferida por la vacuna IsdB.
Según el doctor Tsai, "es posible que el mismo principio explique también por qué han fracasado muchas otras vacunas difíciles de fabricar. Si se demuestra que estamos en lo cierto, puede que una vacuna eficaz contra el estafilococo no esté demasiado lejos".