Por Julia Porras
2 de junio de 2022Tragar una pastilla es, para muchas personas, una pesadilla que se traduce en sudores fríos, temblores e incluso ansiedad. La solución en estos casos suele pasar por machacar el comprimido, cosa que no todos los medicamentos permiten por su composición o desagradable sabor, o intentar tragarlos junto a alimentos más gelatinosos.
Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts y del Hospital Brigham and Women acaban de crear un gel para solucionar este problema de deglución de medicamentos.
El nuevo producto es un gel de administración de fármacos, fabricado a partir de aceites vegetales (oleogeles) como el de sésamo, que ha sido probado con diversos medicamentos y que además no necesita una especial refrigeración, con lo que podría ser muy útil para niños y adultos con dificultades para tragar.
El objetivo era encontrar un nuevo sistema barato, agradable de sabor, estable de temperatura y compatible con diferentes medicamentos, que ayudara a tragar los comprimidos. Tras 10 años de investigación, consiguieron llegar a este gel de agradable sabor que puede resistir temperaturas incluso de hasta 40º o más, con lo que se facilitaría su uso en países subdesarrollados, donde además los pacientes puedan tener problemas de desnutrición.
Una vez aprobado por la FDA su prueba en ensayo clínico, saldrá a la luz en forma de monodosis con apartados para añadir las diferentes pastillas a tomar.
Problemas para tragar
El sufrimiento a la hora de tragar un medicamento es, para muchos pacientes, más grave de lo que puede parecer. Pedro Gargantilla, director médico de Medicina Responsable asegura que, en estos casos, “si no existe ningún problema anatómico ni fisiológico, lo más probable es que sea una barrera mental. Suele sucederles a personas que comen con mucha ansiedad o tienden a atragantarse, con lo que al ver un comprimido empiezan a imaginar que pueden terminar ahogándose”.
Si existe un problema, el más común puede ser la disfagia, que puede incluso conllevar riesgo de ahogamiento, deshidratación malnutrición e incluso neumonía. Y es que, “con la edad, la capacidad de deglución va disminuyendo, y si a esto añadimos algún tipo de demencia, el problema aumenta. Si una persona no puede tragar bien los alimentos y estos acaban en el aparato respiratorio en lugar de en el digestivo, pueden incluso llegar a sufrir una neumonía aspirativa”, asegura Gargantilla.
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