Por Andrea Rivero
5 de agosto de 2022Día sí y día también, la policía no para de recibir denuncias de jóvenes que han sentido como las pinchaban estando de fiesta. Pinchazos con los que no se sabe si los agresores tratan de drogar a sus victimas o, simplemente, pretenden asustarlas, ya que solo se ha podido comprobar la presencia de drogas en una de las jóvenes. En cualquier caso, ninguna de esas acciones es justificable y, por ello, es necesario saber que está ocurriendo y cómo actuar.
La sumisión química es la administración, mediante inyección, de sustancias tóxicas con el objetivo de realizar abusos o hurtos cuyos efectos aparecen en minutos. Aunque, según fuentes policiales consultadas por Medicina Responsable, no es un motivo de preocupación, ya que en ningún caso se han producido delitos asociados a estos pinchazos; ni robos, ni violencia sexual, desde el Consejo General de Enfermería instan a avisar cuanto antes y actuar con rapidez para detectar si hay sustancias y tratar los efectos en el caso de sentir un pinchazo.
De acuerdo con Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería (CGE), “hemos dado la voz de alarma a toda la Organización Colegial para denunciar todos y cada uno de los casos que sean atendidos en hospitales y centros de salud. Las enfermeras pondrán su granito de arena en la lucha contra esta actividad ilegal tan perjudicial para la salud y que está causando una gran alarma social estos días”.
Las sustancias ilegales y sus síntomas
Las investigaciones apuntan
a que las sustancias que se están inoculando a través de estos pinchazos
podrían ser éxtasis líquido, benzodiacepinas o ketamina. Aunque,
según las fuentes policiales consultadas por Medicina Responsable, solo se ha
podido comprobar la existencia de sustancias ilícitas en uno de los casos; “tras
un análisis de sangre, descubrieron que la joven había dado positivo en MDMA,
una droga sintética que actúa como estimulante y alucinógeno”.
La mayoría de las victimas han reportado sentirse mareadas, somnolientas o desorientadas y algunas han terminado perdiendo el conocimiento. De acuerdo con Diego Ayuso, secretario del CGE, “los efectos son bastantes inmediatos y si se tiene sensación de pinchazo, hay que advertirlo rápidamente a gente de confianza para que puedan vigilar si se produce una situación de sedación o pérdida de control. Además, antes de que actúe la sustancia, es importante contar si se ha visto a alguien que pudiera ser sospechoso de haber realizado la intromisión a la intimidad de la mujer. Muchas veces, cuando la víctima llega a los servicios hospitalarios, la sustancia ya no se detecta en los análisis, así que es muy importante estar atentos a cualquier sensación extraña”.
Por otro lado, el CGE subraya que el peligro no solo radica en la sustancia que se inocula, las agujas que se están utilizando posiblemente no se encuentren desinfectadas e, incluso, es posible que se hayan utilizado con otras personas. Esto expone a las victimas a otros peligros como enfermedades de trasmisión sanguínea como la hepatitis o el VIH.
En caso de conocer a alguna persona que haya sufrido esto, es esencial llamar cuanto antes a los servicios de emergencias y a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado para que acudan lo más rápido posible, así como no dejar sola bajo ningún concepto a la víctima.