Por Andrea Rivero
16 de febrero de 2023La Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE) se ofrece para colaborar con el Sistema Nacional de Salud para alcanzar las cifras de pruebas de cribado de cáncer de mama, cuello de útero y colorrectal que marca la Unión Europea. El Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer establece que el 90% de la población que cumpla los requisitos para someterse a una prueba de cribado deberá tener acceso a dicho programa de aquí a 2025. Sin embargo, muchos especialistas en oncología han alertado de que las cifras marcadas por Europa son inasumibles con la actual situación de la sanidad pública española, además de que la implantación de estos programas de cribado es desigual en el territorio español y de que existe poca adherencia por parte de la población, a excepción del cáncer de mama.
La Comisión Europea introdujo el pasado mes de septiembre un nuevo enfoque en el Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer con el que pretende aumentar el alcance de las pruebas de detección precoz a más población y a más tipos de cáncer. “Como ya hicimos en pandemia, poniendo a disposición del Sistema Nacional de Salud todos los recursos de la sanidad privada para hacer frente a la situación y como hemos propuesto para aligerar las listas de espera de la sanidad pública, ahora también ofrecemos nuestro equipamiento y nuestros especialistas para cumplir con las directrices europeas y que la población se beneficie de un programa eficaz de detección precoz del cáncer”, recalca Carlos Rus, presidente de ASPE.
El sector hospitalario privado cuenta con el 42% de los mamógrafos que hay en España, con el 52% de las resonancias magnéticas y con el 32% de los TAC. Actualmente, el circuito privado realiza un relevante número de pruebas preventivas de cáncer de mama, cuello de útero y colon y recto, contando con la posibilidad de ampliar la ejecución de estas pruebas, con el consiguiente alivio para el sistema público de salud.
“La Comisión Europea estima que, si no se toman las medidas oportunas, los casos de cáncer aumentarán un 24 % de aquí a 2035, convirtiendo esta enfermedad en la principal causa de muerte en la UE. Los programas de cribado y la detección precoz pueden cambiar este panorama. Es imprescindible sumar esfuerzos para lograrlo”, concluye Carlos Rus.