Por Gema Puerto
11 de agosto de 2023La menopausia es el momento de la vida de una mujer, que suele darse a partir de los 45 años, en el que sus periodos o menstruación cesan. Esta etapa se asocia con alteraciones fisiopatológicas, como la hipertensión arterial, la activación neurohormonal con síntomas vasomotores secundarios, como los sofocos y la irritabilidad, así como con el aumento de la inflamación sistémica, entre otros, lo que hace recomendable un seguimiento médico periódico. Por todo ello, el hospital Ribera Juan Cardona recomienda que las mujeres en esta etapa de la vida se hagan chequeos cada seis meses, para controlar esas alteraciones.
Aunque la mayoría de las mujeres no suele acusar síntomas graves, si su estado de salud previo es bueno, estas revisiones periódicas pueden ayudar a prevenir una desregulación metabólica que, entre otras patologías, según explican los especialistas del Ribera Juan Cardona, “pueden causar dislipidemia (la alteración en los niveles de lípidos o grasas en sangre, fundamentalmente colesterol y triglicéridos), resistencia a la insulina o intolerancia a la glucosa, así como hipertensión arterial, alteraciones en los sistemas respiratorio, gastrointestinal y el aparato locomotor, con déficit frecuente de vitamina D, sin dejar a un lado los problemas del estado de ánimo a corto plazo que representa para este segmento de la población”.
La menopausia es, además, una época crítica para la masa ósea de la mujer, donde está descrita una gran pérdida, principalmente al inicio de esta. De hecho, los investigadores creen que existe una primera fase de mayor pérdida de hueso, los primeros 8-10 años y principalmente en los primeros cinco, en los que se puede perder hasta un 5% de masa ósea al año. Por eso, para los especialistas del Ribera Juan Cardona “es clave prevenir la pérdida ósea y muscular progresiva en esta etapa de la mujer, mediante estudios que descarten deficiencias vitamínicas y de otros nutrientes fundamentales para el sistema musculoesquelético”.
Además, añaden, “es fundamental hacer periódicamente un panel analítico hormonal completo y una ecografía abdominal para descartar el hígado graso, frecuentemente asociado a la desregulación metabólica”.
Las enfermedades tiroideas afectan aproximadamente al 10% de la población, aunque los especialistas prestan especial atención en etapas como la infancia, embarazo y la menopausia. La tiroides "es la glándula fuelle del organismo, situada en la base del cuello, delante de la tráquea, y ocupa un papel central en el metabolismo y en toda la fisiopatología", según explican los especialistas. Esta glándula sintetiza, almacena y libera las hormonas tiroideas, que resultan vitales para el desarrollo del sistema nervioso, regulan el metabolismo y son necesarias para controlar las funciones de todos los órganos del cuerpo, incluidas las funciones cardiacas, muscular, ósea y hepática. De ahí la importancia del control metabólico en las mujeres en una etapa de la vida con tanto cambio, como la menopausia.
El hospital Ribera Juan Cardona recomienda, en estos casos, controlar en las analíticas generales los niveles de TSH (hormona estimulante de la tiroides), para descartar posibles disfunciones. Es el marcador que se utiliza para saber si la tiroides está funcionando correctamente y, según explican los profesionales sanitarios del hospital, tiene que estar entre cero y cinco, aunque hay que tener en cuenta la edad del paciente, porque no es lo mismo una TSH de tres en una paciente de 20 que en una de 50.