Por Pedro Martínez
20 de febrero de 2025Una investigación publicada en la revista EMBO Molecular Medicine ha descubierto una sustancia, elaborada en el intestino por el propio organismo, que podría ser un regulador esencial de la actividad cerebral relacionada con el trastorno de la ansiedad. De este modo, los investigadores determinaron que ciertos alimentos, como el brócoli o las coles de Bruselas, poseen esa sustancia, llamada ‘‘indole’’, capaz de reducir los niveles de ansiedad tras ser probado en un ensayo realizado con ratones.
Para realizar este estudio, los investigadores utilizaron ratones sin microbioma intestinal, con el objetivo de observar cómo afecta la ausencia de estas bacterias en la actividad cerebral, demostrando que estos ratones tenían unos niveles de ansiedad mucho más elevados que los ratones que mantenían su microbioma intestinal completo. Además, se apreció que la amígdala basolateral (una importante parte del cerebro asociada a la regulación de las emociones, la ansiedad o el miedo) estaba íntimamente relacionada con la ansiedad en estos roedores.
Los investigadores, para tratar de revertir los niveles de ansiedad en los roedores sin bacterias intestinales, comenzaron a suministrar una suplementación dietética a base de alimentos que contienen indoles (compuestos bioactivos presentes en los vegetales crucíferos, como el brócoli, las coles de Bruselas, la coliflor o la rúcula; en animales y en el cuerpo humano).
Tras este tratamiento, los niveles de ansiedad de los roedores se redujeron considerablemente, lo cual sugiere que los alimentos que contengan indoles podrían actuar como un regulador de las respuestas del cerebro ante situaciones de estrés y ansiedad, dando paso a una nueva vía de investigación para tratar este trastorno mental.
La ansiedad es un trastorno mental en el que el paciente puede experimentar miedo, inquietud y temor. Las personas con ansiedad deben lidiar, además de con los síntomas mentales, con ciertos síntomas físicos como la sudoración, el sentirse incómodo, tenso y llegar a tener palpitaciones. La ansiedad puede ser beneficiosa en situaciones en las que se requiera de un fuerte impulso de energía o de concentración, pero cuando este estado se prolonga en el tiempo, se convierte en un trastorno mental que puede impedir al paciente llevar una vida ‘‘normal’’. Según el Ministerio de Sanidad, se estima que el 6,5% de los españoles vive con un trastorno de ansiedad.
Los medicamentos que normalmente se usan para tratar este trastorno (benzodiacepinas y los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina), no tienen una eficacia del 100% sino que su eficacia se sitúa entre el 60% y el 85%.