
Por Peter BABEL
11 de noviembre de 2025Según ha informado el diario La Razón, el ministro Óscar Puente pidió la influencia de un amigo para saltarse la lista de espera, y que le practicaran una colonoscopia en un centro concertado, del grupo privado Quirón, el hospital Rey Juan Carlos, de Móstoles.
Voy a serles sincero, y a mí no me parece mal que un ministro se cuele, sobre todo tratándose de don Óscar Puente, que es responsable de la epidemia de retraso en los trenes, y, claro, deseamos que se recupere pronto de sus afecciones intestinales, no sea que los retrasos aumenten. Nada que oponer.
Lo que sí llama la atención es que, con el rechazo que muestran siempre hacia la medicina privada, los 22 ministros y su Presidente, cuando se ponen malitos sea tan frecuente que acudan a la privada o a la concertada, en lugar de asistir a los centros de Sanidad Pública, que tanto defienden, y tanto cariño le muestran.
Ya sabemos que una cosa es predicar y, otra, dar trigo, pero en una persona que dedica tanto tiempo a lanzar mensajes por Internet, y que muestra siempre esa fanfarronería tan habitual en las tabernas populares, pensábamos que no existirían contradicciones entre su discurso y su vida. Ya nos dijeron que un socialista, intrínsecamente, es feminista, aunque haya algunos que pagan a las samaritanas del amor mercantil, pero esa especie de alergia ministerial y socialista sobre la medicina privada (a pesar de que en la epidemia de Covid estuvo a la altura y evitó una catástrofe imperial) que parece casi un caso de intolerancia, semejante a la que padecen los alérgicos al gluten, resulta que en cuanto tienen que elegir para su persona, prefieren el gluten, o sea, los centros privados o concertados.
Felicitamos a don Óscar Puente, porque en su Valladolid dispone de tres buenos hospitales privados: el Recoletas Campo Grande, el Recoletas Salud Felipe II, y el Sacred Heart of Jesus Hospital.
Y, además, como fue alcalde de Valladolid, seguro que se salta las listas de espera, sin que se entere nadie.